Taxis versus Uber: ¿Cómo ha sido en el mundo la controversia que se desata en Chile?
El llamado abierto a unirse a Uber en Santiago fue en 2014. Desde entonces la aplicación tecnológica ha estado funcionando en la capital del país y en dos años ya ha logrado alistar a más de 25.000 conductores, desatando la ira de los taxistas.
Pero, ¿de qué trata Uber? En pocas palabras, el servicio permite que una persona con un smartphone se conecte a través de una aplicación con un chofer de un auto privado, que cobra una tarifa por el traslado.
Lo que suena como una transacción conveniente para ambas partes, ha desatado la polémica a nivel mundial.
Y Chile no podía ser la excepción. Tal como ha sucedido en la mayoría de las grandes ciudades a las que ha llegado el servicio de transporte privado, Uber escandalizó a los taxistas que ya están en pie de guerra contra la circulación de vehículos privados a los que consideran como una competencia "desleal".
Sin embargo, recién el pasado martes 5 de abril se presentó el primer proyecto de ley que busca regular el uso de Uber y que se espera que sea discutida en la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados.
La polémica: Taxistas versus Uber
El reclamo de los taxistas es que el servicio de Uber no atraviesa por los mismos procedimientos legales que el resto de los transportistas sí debe enfrentar antes de salir a las calles. Al tratarse de autos particulares, los conductores de Uber no tienen que pagar recargos que sí cancelan los taxistas ni tampoco deben pasar por supervisiones previas.
De hecho, la Conferación Nacional de Taxis de Chile anunció que le interpondrán una demanda al servicio para que éste sea prohibido.
A ese reclamo se sumó recientemente el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, quien aseguró que se trata de un medio privado “ilegal”.
Sin embargo, el parlamentario Pedro Browne de Amplitud ─que presentó el proyecto de ley─, señaló que “las plataformas que generan este transporte privado de pasajero se apegan al decreto 80 que establece que estos pueden tener un sistema pagado que se paga entre quien conduce y la persona”.
La empresa, por su parte, se defiende diciendo que brinda un servicio de tecnología, y no uno de transporte.
En sus dos años de funcionamiento en Chile, Uber ha logrado captar 10.000 conductores para sus filas, y otras 15.000 se encuentran en trámite.
Tal suma, superaría al número de afiliados en la confederación de choferes del país, que llega a 24.500 conductores.
Uber en el mundo
La aplicación se lanzó por primera vez en mayo de 2010 en San Francisco, Estados Unidos. En tres años ya se había expandido a 67 ciudades en 24 países. Pero su crecimiento exponencial no se verificó hasta 2014, cuando llegó a 230 ciudades en 50 países.
Hasta ahora, Estados Unidos es el país con mayor presencia de Uber. En total, son 188 ciudades de ese país las que cuentan con el servicio, entre ellas destacan Nevada, Nueva York, Chicago, Portland, California, Seattle, Boston y Washington DC.
Colorado fue el primer estado en aprobar la legislación de viajes compartidos en el país. Desde entonces, cerca de 50 jurisdicciones reconocieron a Uber ─ y otros servicios similares como Lyft ─ como "compañías de redes de transporte".
Sin embargo, el escenario se le hizo un poco más difícil a Uber cuando se intentó llevar el sistema a Europa.
Allí la aplicación sostiene varios litigios con Gobiernos y los gremios de taxistas. Bélgica prohibió su uso en abril de 2014.
Pasaron ocho meses para que España siguiera su ejemplo, suspendiendo su versión de UberPOP. Sin embargo, ahora el servicio prepara su regreso, pero esta vez con UberX, que contempla a vehículos que tienen una licencia de arrendar un auto con un conductor.
En cambio, el rechazo al servicio fue más radical por parte de las autoridades francesas, que declararon ilegal las operaciones de Uber. Además, la justicia condenó a la empresa a pagar 1,2 millones de multa por no cumplir con la normativa local que prohíbe a los autos inscritos en la app a recoger pasajeros de la calle.
Reino Unido, por su parte, es una de las grandes excepciones y ha considerado legal la actividad de Uber por todas las calles de Londres.
La experiencia de América Latina
La aplicación debutó en América Latina en 2013, en Ciudad de México. La misma ciudad que en julio de 2015 reguló su uso, siendo también la pionera en la región.
Sin embargo, los sindicatos de choferes de México, Colombia, Brasil, Perú, Uruguay, Chile y ahora Argentina ─donde llegó recientemente─ han mantenido firme su postura contra la empresa por lo que acusan que es una competencia "desleal".
En Colombia los taxistas al menos han logrado que Uber no llegue a ser legal en Bogotá, Barranquilla, Medellín o Calí. Sin embargo, en esas ciudades, los taxistas libran la batalla contra el servicio día a día.
Sin embargo, el servicio podría tener sus días contados. En noviembre de 2015, el gobierno decretó que fijaba un plazo de seis meses para que el transporte de lujo se reglamentara como empresa. Lo que Uber hasta ahora no ha hecho.
Una situación muy distinta se dio en Perú, donde el Uber se logró imponer fácilmente al servicio de taxistas de la capital, que se caracteriza por ser caótico y mayoritariamente informal.
En Argentina Uber es una palabra nueva. Recién este año la aplicación hizo el llamado a los conductores que quisieran sumarse al servicio de transporte privado. Lo que desató la ira del gremio de taxistas de Buenos Aires, que cuenta con cerca de 60.000 choferes.
Desde que se lanzó la convocatoria de Uber a fines de marzo, ya hay más de 10.000 conductores inscritos.