Lejos de ser un patán, Homero Simpson ha sido visto como un ejemplo perfecto de emprendedor. ¿La razón?
“Es un hombre hecho a sí mismo que conjuga los ingredientes principales del triunfador”, así definen al personaje Fernando Montero y Rafael Galán en su libro "La empresa según Homero Simpson".
Los autores no se basan únicamente en acciones aisladas, sino que han logrado encontrar cientos de argumentos para sustentar que el padre de la familia Simpson es un "modelo a imitar".
A continuación y consignando un artículo del diario El País, hacemos un pequeño resumen de los hechos -recopilados en le libro de Montero y Galán- que convierten a Simpson en un emprendedor de tomo y lomo.
1. Confía (mucho) en sí mismo
Dado el poco amor que siente por su cargo como inspector de seguridad del sector 7-G en la Central Nuclear de Springfield y su gran autoconfianza, Homero despliega sus alas y se embarca en cualquier otro negocio en cuanto se le presenta la ocasión.
2. Es su mejor publicidad
La promoción de sus servicios es fundamental si quiere que sus clientes potenciales lo conozcan, y eso Homero lo sabe. Por eso, no tiene problemas en inventar una canción pegadiza e invertir en marketing e imagen de marca para difundirla cuando compra una máquina quitanieves.
3. Sabe lo que sus clientes necesitan
Si el gobierno de Springfield reimplanta la Ley Seca, Homero organiza una intrincada red de contrabando de cerveza. Si el Estado autoriza el matrimonio homosexual, Homero se hace reverendo y celebra bodas por un módico precio en su garaje.
4. Defiende sus ideas
Tras crear un novedoso cóctel, resultado de una mezcla flameada de varios tipos de alcohol y jarabe infantil para la tos, el tabernero local Moe plagia la idea de Homero logrando grandes beneficios. Pero, el padre de la familia Simpson defiende su combinado de la única forma que puede: haciendo pública su receta y reventando el negocio. Eso lo llevó a aprender una valiosa lección: patentar las ideas es un paso clave.
5. Sus errores no lo detienen
Luego el desencanto por el robo de la receta de la "Llamarada Homero", Simpson jamás volverá a dejar escapar una idea millonaria. Ese suceso le ha servido de lección. Por eso, mantiene una encarnizada lucha con los quiroprácticos para patentar una la herramienta definitiva para sanar los dolores de espalda: su “Milagroso Cilindro Medular del Doctor Homero”.
6. Nunca para de innovar
Ante la desesperación por ver germinar una mezcla de semillas que ha plantado, Homero decide adulterar el terreno con plutonio enriquecido. Del carácter innovador del acto resulta un producto revolucionario, el "Tomacco", una mezcla de tomate y tabaco que puede venderse también a menores.
7. Se apoya en la tecnología
Porque es una herramienta fundamental para triunfar, Homero decide fundar una compañía de servicios informáticos, "Compu-global-hiper-mega-net".
8. Jamás se desanima
Además del "Tomacco", la "Llamarada Homero" y "Compu-global-hiper-mega-net", Homero ha dedicado tiempo e ilusión a otros cientos de trabajos. Ha comerciado con azúcar y con grasa animal, ha trabajado como crítico gastronómico, ha regentado una guardería, ha conducido ambulancias, camiones, monorrieles, furgonetas de helados. Ha sido inventor, artista conceptual y de performance, paparazzi, representante de talentos y concejal de Sanidad. Homero no se arruga ante nada.