Este domingo, en el regreso de “De tú a tú” a las pantallas del 13, Martín Cárcamo viajó primero a la playa de Maitencillo y luego a Buenos Aires para conversar con el actor Gonzalo Valenzuela.
El también ex jurado del Festival de Viña se encuentra radicado en el balneario de la V Región desde la pandemia. Junto con mostrarle a Martín su pasión por el box, disciplina a la que se hizo aficionado tras interpretar a un boxeador en una serie argentina, Gonzalo le presentó su casa, construida totalmente de madera, donde vive totalmente solo.
Consultado por sus tres hijos, Silvestre (15), Alí (10) y Anka (3), el actor dijo que los dos mayores viven en Buenos Aires con su madre, Juana Viale, mientras que la menor vive en Chile.
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“Me defino como un papá luchador. Un aprendiz”, dijo Gonzalo sobre su condición de padre.
El actor se sinceró con Martín Cárcamo y recordó el fallecimiento de su segundo hijo, Ringo, al momento de nacer.
“Cuando pasó lo de Ringo fue durísimo, fue una negligencia médica absolutamente. Yo veía a Juana que estaba en la tina con contracciones muy seguidas, la partera me decía que no fuera a la clínica, me mandó a comprar unos remedios, se los di, seguía igual, dije ‘no más’, la subí al auto y nos vinimos. Llegamos 10 minutos tarde”, contó.
Pero esta no es la única pérdida del actor. Nano, su hermano mayor, falleció ahogado en la piscina de su casa, tras un chapuzón nocturno mientras nadie lo estaba viendo. Lo peor es que fue Gonzalo, entonces de 18 años, quien lo encontró.
“Fue terrible. Estaba durmiendo y escuché un grito, era la Margarita que trabajaba en la casa. Despierto, salgo a la piscina y veo al Nano flotando. Me quedé en el marco de la puerta mirando y aparece mi mamá (...) Me tiré al agua, agarré a mi hermano, vuelvo a mirar a mi mamá, y mi mamá tenía 30 años más. Se le cayó la cara, los ojos todo, era otra persona”, recordó.
Ese fue el inicio de 5 trágicos años en la vida de Gonzalo, con varias pérdidas.
“Con la muerte de mi hermano se fue todo al carajo. Mi mamá se deprimió mucho, no quería enfrentar la vida. Yo llegaba de la escuela y me encontraba con cada imagen, ella siempre estaba muy mal”, dijo el actor, agregando que su papá volvió a Chile para el funeral, y, pese a que empezó a reconciliarse con su mamá, eventualmente desarrolló un cáncer.
Sólo 10 días después de ese diagnóstico, su mamá también enfermó de cáncer. Tras una corta agonía, ambos padres fallecieron con sólo un mes de diferencia, cuando Gonzalo tenía 23 años.
“Yo tengo una relación cercana con la muerte. No le tengo miedo, la respeto. El duelo es dejar que te duela, y eso cuesta mucho. Creo que hasta el día en que me muera voy a sentir el dolor de no tener a mi mamá. Pero ese dolor hay que permitírselo”, indicó.