Por AFP
Aunque aportan miles de millones de dólares a la economía surcoreana, los siete chicos del grupo BTS, una "boy band" que arrasa en todo el mundo, tendrán que pasar casi dos años en el ejército para cumplir el servicio militar obligatorio.
Solo unos pocos privilegiados, como el futbolista de Tottenham Son Heung-min o el pianista Cho Seung-jin, evitan esa obligación en virtud de un polémico sistema de exenciones.
Los jóvenes surcoreanos tienen que cumplir el servicio militar durante 21 meses. Y la mayoría de los 599.000 soldados surcoreanos son llamados a fila, frente a una Corea del Norte que cuenta con 1,28 millones de militares.
Durante el servicio militar, los jóvenes no tiene acceso a los celulares, pasan largas horas en los puestos de centinela y muchas veces están confinados en sus bases, lo que favorece los abusos y la explotación por parte de sus superiores.
"Creo que tres de cada 10 reclutas lo pasan mal en el ejército, ya que la vida militar no puede ser más distinta que la vida civil", cuenta Kang Sung-min, estudiante de 25 años, que hizo su servicio en la policía militar.
Pero algunos surcoreanos escapan a esta obligación. Los deportistas que ganaron medallas olímpicas o el oro en los Juegos Asiáticos están automáticamente dispensados. También es el caso de los artistas que acaban primeros o segundos en una de las 27 competiciones internacionales, como Cho Seung-jin, ganador del concurso de piano de Hamamatsu.
Uno de los que se ha beneficiado de ello recientemente es Son Heung-min, el atacante de los Spurs de Tottenham, quien lloró de felicidad cuando los Guerreros Taeguk ganaron a Japón 2 a 1 en los Juegos Asiáticos en septiembre. Esta victoria le evitó pasar por el ejército, lo que habría tenido terribles consecuencias para su carrera.
"Limitar el alcance"
En total 42 atletas, que consiguieron el oro en estos juegos que se celebraron en Indonesia, fueron exentos de la obligación militar, mientras numerosos surcoreanos tienen que interrumpir sus estudios o retrasar su carrera para cumplir con esta obligación.
Ante la creciente polémica, el gobierno inició una evaluación del sistema para "limitar su alcance", explicó a la AFP Jung Sung-deux, portavoz de la administración militar de recursos humanos.
Según un reciente sondeo, 52,4% de los surcoreanos quieren que las exenciones se limiten, o incluso sean eliminadas.
Otros en cambio sugieren que el sistema, fundado en la idea de que sus beneficiarios "aumentan la notoriedad del país", recompensa demasiado a los atletas, y piden extender los criterios a las estrellas del K-pop, teniendo en cuenta las ganancias económicas y culturales que aportan.
El grupo BTS es una de las exportaciones musicales más lucrativas y famosas de Corea del Sur.
En diciembre, el Instituto de investigación Hyundai de Seúl estimó a 3.600 millones de dólares las ganancias económicas del grupo. BTS es la razón por la que un turista extranjero de cada 13 visitó Corea del Sur en 2017.
El diputado Ha Tae-kyoung insiste que el sistema actual de exenciones ofrece ventajas injustificadas a ciertas categorías.
Prohibido regresar
"Si los cantantes de ópera pueden beneficiarse de las exenciones, los cantantes de pop tendrían que sacar provecho también, conforme al principio de igualdad", declara a la AFP.
En el mundo del espectáculo, el éxito de los músicos puede saltar en pedazos si se descubre que intentaron escapar al servicio militar.
En 2002, Steve Yoo, un popular cantante de K-pop de los años 1990, obtuvo la nacionalidad estadounidense, renunciando automáticamente a la surcoreana, lo que le dispensó de la obligación militar.
Su decisión causó un escándalo en el país y, dos semanas más tarde, el ministerio de Justicia le prohibió regresar al país, una restricción que sigue actualmente vigente.