El domingo pasado terminó la versión 186 del Oktoberfest, la fiesta de la cerveza. De acuerdo a los organizadores del evento, alrededor de 6,3 millones de personas acudieron a la celebración en Múnich, desde el 21 de Septiembe. Casi la misma cantidad que el año anterior. Este año no se batieron records.
Y entre ellos estaba Arnold Schwarzenegger, quien llegó el último fin de semana. El actor y ex gobernador de California viene todos los años, para consumir pretzels y cerveza en grandes cantidades.
Las cervecerías también sufrieron una baja en ventas. Se bebió menos cerveza: 7,3 millones de litros (una jarra posee oficialmente 1 litro), 200 mil menos que el año anterior. La Policía informó también de una disminución en los delitos, aunque solo en un 1%, cifrándolos en 914.
De todas formas, los uniformados tuvieron que actuar mucho más a menudo. Eso demuestra que los visitantes alertaron oportunamente a los guardianes del orden ante posibles situaciones de conflicto, dijo el portavoz de la Policía de Múnich, Marcus da Gloria Martins.
No obstante, habría tenido lugar una supuesta violación en un baño. Organizadores satisfechos Este fue el balance de Clemens Baumgärtner, director del evento y asesor económico: "Tuvimos un Oktoberfest tranquilo, con un público relajado y alegre".
Los visitantes vinieron con buen apetito y consumieron 124 bueyes y 29 terneros, tal como el año pasado. Menos consumo de cerveza significa también menos borrachos. Los encargados de los primeros auxilios regristraron alrededor de 600 intoxicaciones, casi 120 menos que el año pasado.
Sin embargo, hubo un nuevo récord de conductores bajo los efectos del alcohol: 774 fueron detenidos en las autopistas, 414 de ellos solamente en scooters eléctricos. (dpa, Münchner Abendzeitung) Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas.