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Defectos visuales que no se detectan en la niñez podrían quedar para siempre

Defectos visuales que no se detectan en la niñez podrían quedar para siempre
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El examen preescolar oftalmológico es fundamental para que trastornos visuales no se conviertan en permanentes.

Es complejo para los padres poder identificar si su hijo tiene algún trastorno visual. Es muy extraño que un niño manifieste que tiene visión borrosa, pues siempre ha visto de la misma forma, naturalizando cualquier problema. Por eso resulta fundamental hacer un control preventivo a los 4 años de edad.

En el caso que se detecte una anomalía , se cuenta con tiempo valioso hasta los siete años, para corregir la forma en que el niño aprende a ver. De lo contrario, si no se corrige a tiempo, el pequeño puede quedar con el defecto visual permanente.

Examen visual preescolar 

De acuerdo a lo señalado por el oftalmopediatra de Clínica Pasteur, Kenneth Johnson, en el examen preventivo que se realiza a los niños en edad preescolar primero se evalúa “la agudeza visual para identificar cuanto ven con cada ojo por separado. Luego, se analiza que ambos ojos estén alineados y  que se muevan en forma normal. Se estudia la pupila, los reflejos, la visión tridimensional, la de colores y el fondo de ojo”.

“Es fundamental realizar este examen para detectar si hay un ojo más deficiente que otro porque el cerebro no desarrolla su potencial de visión con un solo ojo y eso hace que después no lo pueda corregir. Por más que trate de hacerlo el cerebro no sabe ver con ese ojo entonces no se puede educar”, declaró el especialista.

Aunque se mantiene en estudio cuán importante es la genética en esta materia, los antecedentes familiares son el factor de riesgo más relevante conocido hasta ahora para que un niño presente defectos visuales.

Johnson explicó que cuando esto ocurre, generalmente se le receta uso de lentes o parches.

“El lente no corrige el problema. Solamente hace que el cerebro desarrolle su máximo potencial de visión en los primeros años de vida. El uso de parches se recomienda a los niños que tienen una diferencia de visión pese al uso del lente. En ese paciente es aconsejable usar un parche en el ojo sano para que el cerebro empiece a estimular más el ojo deficiente”.

Además, el profesional indicó que los niños cuando tienen 4 años tienen la suficiente plasticidad para poder revertir los defectos visuales. Además, son lo suficientemente grandes como para colaborar con los pasos de los exámenes requeridos, por eso deben acudir al oftalmólogo.  

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