Durante la madrugada de este viernes, un fuerte ruido despertó a los pasajeros del hotel Radisson de Berlín. La explosión inesperada de uno de los acuarios más grandes del mundo sacudió todas las instalaciones del DomAquaree, 1.500 peces exóticos quedaron repartidos por el lobby del hotel y un millón de litros de agua salada inundó todo a su paso.
Según el portal Gizmodo, solo dos personas resultaron heridas por astillas de fibra de vidrio, por lo que fueron llevadas rápidamente al hospital. No obstante, no corrieron la misma suerte los peces de 97 especies diferentes que habitaban en la pecera.
Distintos medios indican que la explosión pudo haber sido peor si la atracción hubiera estado abierta, ya que, durante el día, un elevador recorría los 14 metros del acuario por su interior. Incluso, había un bar posicionado bajo el mismo, donde los huéspedes del hotel solían comer y beber.
"La investigación sobre la causa aún no se ha completado, pero las primeras señales apuntan a la fatiga de los materiales", aseguró la senadora de Interior de Berlín, Iris Spranger, a DPA (una agencia pública de noticias). Por su parte, la policía, según El País confirmó que no hay ninguna sospecha de que se tratara de un ataque.
El edificio quedó a oscuras, sin electricidad y los pasajeros fueron rápidamente evacuados, siendo reubicados en el hotel cercano Park Inn.
