Para despejar la mente recomiendan tomar una ducha y por arte de magia (¿O no?) se te ocurren ideas espectaculares. Sin embargo, esto no ocurre porque sí, y la ciencia te explica todo el mecanismo tras estas situaciones.
Un estudio de científicos estadounidenses demostró que estar en una ducha, bajo la lluvia o algo similar permite un impulso de la mente porque cuando realizamos “una tarea ‘poco exigente’, nuestro cerebro tiende a "divagar" y cuando lo hace la creatividad fluye.
Según el trabajo publicado en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts, esta forma de actuar "no es realmente absurda", ya que requiere un "nivel moderado de compromiso".
Las mejores ideas sí ocurren en la ducha
Zac Irving, profesor asistente de filosofía de la Universidad de Virginia, y Caitlin Mills, profesora de psicología de la Universidad de Minnesota, junto a otros científicos fueron parte de este trabajo.
"Probablemente no sea algo abrumadoramente aburrido como ver cómo se seca la pintura. En cambio, haces algo para mantenerte ocupado, como salir a caminar, hacer jardinería o tomar una ducha. Todas estas actividades son moderadamente atractivas", dijo Irving.
En el documento, los profesionales explican que "las personas a menudo parecen generar ideas creativas durante actividades moderadamente atractivas, como ducharse o caminar. Una explicación de este ‘efecto ducha’ es que la generación de ideas creativas requiere un equilibrio entre el pensamiento lineal y centrado (que limita la originalidad) y las asociaciones aleatorias e ilimitadas (que rara vez son útiles)".
Dicho esto, se agregó que "actividades como caminar pueden ayudarnos a lograr este equilibrio al permitir que la mente divague en un entorno atractivo que impone algunas restricciones al pensamiento".