Hace algún tiempo te contamos que en Suecia una empresa había creado microchips subcutáneos que van debajo de la piel e integran los datos del pase sanitario. Se trata de un dispositivo seguro para la salud y no será usado para ser rastreado, asegura la empresa DSruptive Subdermals.
Esto no es algo nuevo en el país europeo, ya que desde hace varios años se ha implementado el uso de chips para sustituir diferentes documentos, como el pasaje del transporte público o la tarjeta de identificación para entrar a la oficina.
La instalación del implante es de unos cien euros, el chip no es más grande que un grano de arroz y puede durar hasta 30 o 40 años. Además, en caso de querer retirarlo, solo se necesita una intervención quirúrgica ambulatoria, ya que es totalmente reversible.
Hannes Sjoblad, director general de DSruptive Subdermals, la empresa emergente que ha desarrollado el proceso, explica que “Si quiero leer los datos contenidos en el chip, sólo tengo que deslizar en mi brazo un smartphone con un sistema de verificación de la tarjeta sanitaria, el software del dispositivo abre y muestra el PDF que contiene los datos”.
La empresa responsable asegura que los datos personales de los usuarios están protegidos, a pesar de las teorías conspirativas, la tecnología sólo se activa al colocar un dispositivo de lectura a pocos centímetros del implante.
“En términos prácticos, estos chips son pasivos y permanecen dormidos, nunca transmiten su ubicación y sólo se activan cuando se tocan con un smartphone”, indicó su creador.
Finalmente, recuerda que su uso es exclusivamente voluntario e incluso si alguien intentara hacerlo obligatorio, él se opondría.