Un hombre encontró un tesoro mientras recolectaba mariscos en una playa de Alligator Point, en Florida, Estados Unidos. El tesoro era ni más ni menos que una almeja gigante de más de 200 años.
La persona en cuestión, Blaine Parker, se disponía a preparar junto a su familia una sopa con lo que había recolectado. Así se dio cuenta que había una almeja totalmente diferente a las demás y decidió dejarla de lado.
"Íbamos a comerla, pero lo pensamos y nos dimos cuenta de que probablemente era muy especial, así que no quisimos matarla", aseguró al diario local Tallahassee Democrat.
En una noble acción, Parker se dirigió al acuario del Laboratorio Marino de Especímenes del Golfo para entregar la almeja y ahí le comentaron que se trataba de una almeja que tenía aproximadamente 214 años. Su raza es quahog o almejas duras, quienes pueden vivir más de 200 años.
¿Cómo calcularon la edad de la almeja?
Según La Vanguardia, la edad del marisco pudo ser calculada por el número de capas en su concha, pues cada una corresponde a un año de vida. Así determinaron que la que encontró este joven habría nacido en 1809.
Además, la institución explicó que "estos moluscos van desde Terranova a Carolina del Norte y se encuentran con una longitud de 2.8- 4.3 pulgadas, pero Aber-almeja Lincoln mide 6 pulgadas, pesa 2.6 libras".
Sí, la bautizaron como Aber-almeja LincoIn. En nuestra clásica escala de medición y peso, dicha almeja mide 15.24 centímetros y pesa poco más de un kilogramo.
Para su suerte, este ejemplar fue librado por Parke y su familia en el Golfo de México.
Cabe destacar que este tipo de almeja son típicas de Norteamérica y suelen llegar al Atlántico desde el sur de Groenlandia, moviéndose a causa de las olas y arrastrándose por la arena según expanden y contraen sus moluscos.