Que algunas calles huelan a desechos humanos es, al parecer, un problema mundial. Si creías que solo en esta parte del mundo las personas orinan en la vía pública estás equivocado, puesto que, en Londres, Reino Unido, es una problemática constante.
Es tanta la molestia de los vecinos de Soho, un céntrico barrio londinense famoso por albergar muchos bares, restaurantes y teatros, por el olor a orín con el que se levantan a diario, que las autoridades están probando un nuevo método para evitar que los hombres orinen en las calles.
Dicho método trata de cubrir las paredes con una innovadora "pintura antipipí" que repele el líquido y lo salpica de vuelta. "Es muy eficaz", aseguró la consejal Aicha Less, a la agencia de noticias AFP.
De acuerdo a la información, probarán esto en diez parades en lugares estratégicos del concurrido barrio y se darán un plazo de 6 meses para verificar si la medida tuvo efecto en las personas. Además, las fachadas rociadas con este líquido anti pipí, irán acompañadas de carteles con frases como "esta pared no es un urinario".
Así funcionla la pintura "antipipí"
Los diversos compuestos químicos de este líquido tienen la "propiedad de generar una barrera antifluidos para que la orina rebote en la pared y termine cayendo en el pantalón y los zapatos de quienes hacen sus necesidades en la fachada de una casa o edificio", informa Semana.
"El principio de estos productos se basa en generar una barrera de aire ante la superficie donde se aplica, para así generar una reacción hidrofóbica contra cualquier tipo de fluido".
En resumen, una fachada rociada con esta pintura trendrá un efecto parecido al que se genera cuando se mezcla agua y aceite, pero con mayor potencia gracias a su proceso de separación química.