Suiza es uno de los países de Europa que cuenta con leyes que permiten la eutanasia o suicidio asistido. En 2020, unas 1.300 personas murieron en el país a través de estos procesos por medio de las dos organizaciones más importantes dedicadas a esta tarea: Exit y Dignitas, usando el método de ingestión pentobarbital sódico líquido.
Esto quiere decir que los pacientes deben tomar una sustancia líquida que hace que la persona se duerma entre dos a cinco minutos antes de caer a un coma profundo, para luego morir .
Ahora, dan un paso más al presentar y aprobar el uso legal de Sarco, una máquina impresa en 3D que está especialmente diseñada para el suicidio asistido.
Como informan desde Suiss Info, el sistema fue creado por Exit International. Esta cápsula se activa desde el interior y puede ser instalada en el lugar que la persona que desea morir quiera hacerlo, ya sea dentro de un hospital o al aire libre.
Una vez activada, la máquina se inunda de nitrógeno y reduce rápidamente la cantidad de oxígeno dentro de ella, lo que hace que la persona pierda el conocimiento en unos 30 segundos, y en última instancia, fallezca sin sentir pánico, dolor ni asfixia. La máquina debería estar lista para usarse en Suiza en 2022.
Sarco inició su funcionamiento en Países Bajos de la mano del doctor Philip Nitschke, quién indica que “el beneficio para la persona que lo usa es que no tiene que obtener ningún permiso, no necesita un médico especial para tratar de colocarle una aguja, y no necesita obtener medicamentos difíciles de conseguir”.
Actualmente, Suiza, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia legalizaron el suicidio asistido, aunque cada uno con reglas diferentes al respecto. En la mayoría de los casos, solo está permitido en caso de personas con una condición incurable o terminal que no se pueda remediar y les esté causando sufrimiento.