Un hombre escocés descubrió un tesoro arqueológico mientras hacía una excavación profunda en el patio trasero de su casa para construir una piscina. Lo que encontró fue, específicamente, restos de un delfín prehistórico de aproximadamente 8 mil años de antigüedad.
El protagonista de esta historia es Paul McDonald (44) quien encontró el esqueleto en su casa ubicada en Stirling, Escocia. Ahí los huesos habían sido preservados en arcilla a unos 80 cm bajo el nivel del suelo.
"Compramos la casa hace seis años y he encontrado algunas botellas y monedas antiguas, pero siempre quise encontrar algo como esto. Vi la forma redonda del cráneo, el hocico y los dientes, y supe que era un delfín. A esa profundidad, supe que debía ser antiguo", comentó el dueño de casa en Daily Star.
Mientras tanto, su esposa, Julianne (42), indicó que "Solo a Paul se le ocurriría encontrar un delfín en una piscina medio cavada".
Además de los restos del delfín prehistórico, en el mismo lugar de la excavación, se encontró una herramienta rota hecha de asta de ciervo, que probablemente se usaba para cortar la carne, entre los huesos, según informó Daily Mail.
Aunque el hallazgo se encuentra a kilómetros del mar, se cree que el delfín quedó varado en la zona cuando ésta era parte de la línea costera después de la última Edad de Hielo y luego fue comido por cazadores recolectores.
El Museo Nacional de Escocia (NMS) ha retirado el cráneo para su análisis y el resto del esqueleto será completamente excavado. Andrew Kitchener, el principal conservador de vertebrados del NMS, dijo:
"He estado en el NMS durante 35 años y esta es la primera vez que algo emerge de la arcilla de esta manera. Es un hallazgo importante. Parece ser un animal varado que ha estado preservado todo este tiempo hasta que Paul lo descubrió, lo cual es una especie de milagro. "Es bastante pequeño, posiblemente una hembra, y sus dientes están desgastados, lo que sugiere que es un animal mayor".
Los huesos ahora son propiedad de Paul, pero la herramienta de asta de ciervo tendría que ser declarada como tesoro. Según la ley escocesa, si encuentras un objeto que pueda ser un tesoro, debes informarlo a la Unidad de Tesoros del Museo Nacional de Escocia o a un museo local o al arqueólogo del consejo local. Un comité luego decide si el objeto debe ser conservado en un museo y, si esto ocurre, el hallador podría recibir una recompensa basada en el valor del objeto
