Para muchos padres y profesores es un poco complicado lograr que los niños y niñas se laven correctamente las manos antes de comer o después de hacer sus necesidades. Así que por esa razón, una profesora estadounidense tuvo la brillante idea de realizar un experimento científico para demostrarle a sus estudiantes la importancia de esta medida que, muchas veces, puede salvar vidas.
Según muestran las fotos, esta demostración se llevó a cabo con simples rabanadas de pan de molde expuestas a manos limpias, sucias y superficies contaminadas.
En la primera foto, la que está más contaminada, el pan fue pasado por los teclados de los notebooks de los alumnos. En la segunda, aparece una rebanada fresca y sin tocar. En la tercera, el pan fue tocado con las manos sucias, mientras que en la cuarta con las manos limpias, lavadas con aguas y jabón. Por último, en la quinta imagen, la rebanada fue tocada con manos desinfectadas con gel antibacterial.
Estas imágenes volvieron a aparecer en redes sociales, donde se hiceron virales. Sin embargo, es un trabajo realizado en 2019 por la profesora Dayna Robertson y la especialista en conducta humana, Jaralee Metcalf, de la Discovery Elementary School in Idaho Falls, Estados Unidos.
Para realizar el experimento, las docentes le pidieron a sus estudiantes -independiente de la limpieza en sus manos- que tocaran los pancitos recién sacados de su envase, para luego guardarlos en bolsas de plástico separadas durante un mes.
"Todos los estudiantes lo encontraron asqueroso. De verdad se volcaron en la forma cómo lavaban sus manos. Se dieron cuenta de que el desinfectante no es suficiente, y tienen que usar agua y jabón", indicó Robertson a Science Alert.
El epidemiólogo Terri Stillwell, por su parte, explicó a la revista que "deberías deberías lavar tus manos antes, durante y después de comer. También antes de comer, después de ir al baño, después de sonarte la nariz, después de tocar animales, y cuando sea que parezca que están sucias".