Los teléfonos móviles se crearon, en un principio, para hacer llamadas teléfonicas independiente si estabas en tu casa o en la calle. Luego, llegaron los smartphones con todas sus aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales, que lograron que las llamadas pasaran a segundo plano.
Más allá del meme que cuenta lo difícil que es para los jóvenes llamar por teléfono para pedir una pizza, esta es una realidad que muchos comparten y no solo en el momento de querer comprar comida, sino que en cosas cotidianas como hablar con familiares o llamadas relacionadas al trabajo.
Una persona se dio cuenta de este miedo que tienen las nuevas generaciones para entablar conversaciones por teléfono y sacó provecho de esto. Se llama Mary Jan Copps y armó su propio emprendimiento: un servicio para enseñar a las personas a superar este terror, The Phone Lady.
Aunque para muchos llamar es algo muy fácil, para otros se vuelve una tarea complicadísima porque con el paso del tiempo se ha ignorado y se ha preferido otras formas de comunicarse, como por chat. "En mi época, el teléfono estaba en la pared de la casa de todos y nos enseñaron a contestarlo y a hacer llamadas a una edad temprana (...) A la generación Z nunca se le han enseñado estas habilidades", explicó Copps a Business Insider.
Su servicio también prepara a los jóvenes para el mundo laboral, en el que todavía se usa mucho los teléfonos fijos para hacer más eficente la comunicación.
¿Cuáles son los precios de The Phone Lady?
Sus valores parten desde los 98 dólares (78 mil CLP), que corresponde a una llamada de media hora con ella para explicar los problemas comúnes a la hora de llamar. Luego tiene unos seminarios web de 30 minutos que trae consigo siete capítulos de entrenamiento por 365 dólares (290 mil CLP); una hora de coaching individual por 480 dólares (380 mil CLP) y talleres corporatativos que tienen un precio de 3.500 dólares por día, casi más de 3 millones de pesos.
Evidentemente es un servicio caro, pero desde 2006, cuando lo fundó, ha asesorado a más de 700 empresas, es decir, a más de 15 mil personas con pánico al coger el teléfono.