Una reciente excavación arqueológica en el estado de Wyoming, Estados Unidos, llamó la atención de todos y todas alrededor del mundo, porque desenterraron dos esqueletos de murciélagos nunca antes vistos, que vivieron hace 52 millones de años.
Este hallazgo fue analizado en un estudio que fue publicado en la revista científica PLOS One, liderado por Tim Rietbergen, paleantólogo especializado en estos animales. Él también gerente de colección en el Centro de Biodiversidad Naturalis en Leiden, Países Bajos, fue quien se percató que estos restos fósiles correspondían a un tipo de muerciélago nuevo.
La hipótesis la comprobaron a través de una investigación en la que compararon este hallazo con otros ejemplares del Ecoceno, encontrados en la misma zona, tomando como punto de referencia los esqueletos y piezas dentales. De esta manera comprobaron que eran distintos y que este descubrimiento correspondía a una variante de la familia de los Icaronycteris.
Al nuevo ejemplarlo bautizaron como I.gunneli, en honor al biólogo de murciélagos Greg Gunnell, que falleció a los 63 años en el 2017.
Aunque al mirar las fotos de estos restos fósiles da la impresión de que fueron unos gigantes animales, los dos esqueletos apenas pesaban 22 y 28 gramos, respectivamente. De todas formas, el equipo de Rietbergen asegura que corresponden a los huesos de murciélago más antiguos jamás desenterrados.