No llega a medir medio milímetro ni se ve a simple vista, a menos que lo tengas enfrente y con una lupa en la mano. El cangrejo más pequeño del mundo es el último desarrollo de la Universidad de Northwestern (Illinois, Estados Unidos), el robot andante más pequeño del mundo.
El robot se asemeja a la forma de los cangrejos pero también en sus movimientos. De acuerdo con sus creadores, copiar ese andar de costado fue sólo un “capricho creativo”. “Nuestra tecnología permite una variedad de modalidades de movimiento controlado y puede caminar con una velocidad promedio de la mitad de la longitud de su cuerpo por segundo”, explicó el ingeniero mecánico de la Universidad Northwestern, Yonggang Huang, a medios especializados. “Esto es muy difícil de lograr a escalas tan pequeñas para los robots terrestres”, recalcó.
El robot define su forma a partir del calor emanado por un juego de láser: calientan partes específicas del robot y ajustan su forma a la función que deben realizar. Según el lugar donde apunte el láser, se define la orientación en la que se moverá y lo que hará. Al enfriarse esa pieza, vuelve a la forma original.
Para qué podría servir
Los “micro-robots” de este tipo tienen mucho potencial de uso en medicina pero también en cualquier situación de tipo industrial: con un control adecuado, pueden servir en una intervención quirúrgica o en el arreglo de una máquina minúscula.
“La robótica es un campo de investigación emocionante, y el desarrollo de robots a microescala es un tema divertido para la exploración académica”, comentó el responsable de Materiales de la Universidad Northwestern, John Rogers. “Puede imaginarse a los micro-robots como agentes para reparar o ensamblar pequeñas estructuras o máquinas en la industria o como asistentes quirúrgicos para limpiar arterias obstruidas, detener hemorragias internas o eliminar tumores cancerosos, todo en procedimientos mínimamente invasivos”, ejemplificó.