A raíz de la sobreexplotación de los recursos naturales, contaminación, invasión de especies exóticas, incendios y deshielos, Chile es uno de los países más afectados por el cambio climático, dejando como consecuencia una de las peores sequías de la historia del país, vigente desde hace 13 años.
Es por esto que el 43,6% de la vegetación nativa de Chile estaría en alto riesgo de desaparecer entre los años 2061 y 2080, esto en caso de que se mantenga el ritmo de emisión de gases de efecto invernadero en las tasas actuales, según reveló este miércoles un estudio realizado por la Universidad de Chile.
Especies como robles, coihues, raulies y hualos, entre otros Nothofagus, comprenden más del 50% de la superficie de bosque natuvo chileno. Sin embargo, presentan más de un 40% de desaparición por riesgo climático. Otras zonas que se verían afectadas sería el altiplano de la zona norte, donde un 80% de la vegetación está en riesgo junto al 90% de las especies de los salares.
Soluciones para salvar la flora
El investigador jefe y académico de la Universidad de Chile, Andrés Muñoz-Sáez, agregó que el objetivo del estudio es ayudar a generar políticas públicas que permitan gestionar la resiliencia de los tipos de vegetación y facilitar la restauración ecológica de sus especies y entornos.
Si bien las zonas de alto riesgo aumentarán junto a la temperatura del planeta, el documento explica que habrá zonas que puedan operar como “refugiados climáticos”, especialmente en Magallanes o Tierra del Fuego.
Según la IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), se espera que la Tierra presente un aumento de temperaturas de 1,5° C en las próximas dos décadas, por el impacto de los seres humanos en el medio ambiente.