Cuando Arthur fue a abrir la puerta de su casa, pasadas las 22.30 horas, no había nadie, pero a sus pies habían dejado una caja de cartón. Al abrirla, encontró uno de los objetos más sagrados que le hayan robado a la iglesia católica, conservado desde hace 1000 años en la abadía de Fecamp: la reliquia de la “Preciosa Sangre de Cristo”.
En una entrevista cedida a la Agencia France-Presse, el detective de arte confesó que al abrir la caja y percatarse que la reliquia estaba intacta “mi corazón latía con fuerza”.
Este tesoro perdido debe ser entregado a las fuerzas del orden de Países Bajos, luego de que recibieran un pedido de Francia para que se investigue la identidad del ladrón junto con la autenticidad de la obra.
Al respecto, Brand manifestó: “No tengo duda de que es la verdadera. Los objetos religiosos son casi imposible de falsificar".
Reliquia de la sangre de Cristo
El relicario dorado, de unos 30 cm de alto y adornado de piedras preciosas incrustadas, con imágenes de Cristo en la cruz y otros santos, conserva dos recipientes metálicos. De acuerdo con los creyentes, contienen gotas de sangre de Jesús recogidas durante la crucifixión.
Junto al relicario también había varios platos litúrgicos de cobre, imágenes de santos y un cáliz decorado, los que igualmente fueron robados de la abadía.
Cabe indicar que Brand ha sido llamado el "Indiana Jones del Mundo del Arte", esto por sus impresionantes recuperaciones de arte robado. Por todo esto, a sus 52 años, es uno de los detectives de arte más famosos del mundo