De seguro que más de alguna vez has estado en la disyuntiva de hacer algo ahora o mañana. Muchas veces nos gana el cansacio o desmotivación y posponemos las tareas para realizarlas en otro momento.
Eso es lo que conocemos como procrastinación. Lo que nos puede terminar atrasando en las distintas cosas que debemos hacer durante el día e, incluso, se pueden llegar a acumular todas de golpe. Y no solo eso, pues procrastinar también podría causar problemas de salud tanto física como mental, según un reciente estudio.
Publicada en la revista científica "Jama Network Open", la investigación arrojó que la tendencia de "demorar las acciones a pesar de que con ello nos irá peor" se asocia con una peor salud mental posterior como posible aparición de síntomas de depresión, ansiedad y estrés y, físicamente, la presencia de dolor incapacitante en las extremidades superiores.
La procrastinación también se asocia a los estilos de vida poco saludables con mala calidad de sueño e inactividad física y también con peores niveles de factores psicosociales de salud, como mayor soledad y más dificultades económicas.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores encuestaron a más de 3.500 estudiantes de distintas universidades de Suecia, de carreras distintas entre sí y en tres momentos diferentes durante un año. Gracias a esto, se dieron cuenta también que la mitad de los alumnos posponen sus deberes hasta el último minuto, lo que corresponde a una "epidemia educativa".
De acuerdo al informe, los autores asocian la procastrinación a "una falla en la autorregulación relacionada con rasgos de personalidad como la impulsividad, la distracción y la poca escrupulosidad". Esto se pone en paralelo a que los universitarios son más "libres" lo que impone altas exigencias a su capacidad de autorregulación.
