Un grupo de científicos trajo de vuelta a la vida un viejo gusano que ha estado por más 46 mil años atrapado en el permafrost siberiano, una capa del suelo que permanece siempre congelado, la cual guarda virus antiguos y restos momificados de animales del pasado.
Esta nueva especie de nematodo, identificada científicamente como Panagrolaimus kolymaensis, fue hallada por los expertos en la madriguera fosilizada de una ardilla, a unos 40 metros bajo la superficie del hielo. El descubrimiento ocurrió, específicamente, al noreste de Siberia, cerca del río Kolimá.
Cabe destacar que los nematodos son un grupo de gusanos cilíndricos, también conocidos como "gusanos redondos", que se encuentran en diversos hábitats, como suelos, agua y organismos, con alrededor de 20.000 especies conocidas.
En este caso, los gusanos permanecieron en un estado metabólico inactivo llamado criptobiosis durante todos estos años, según ha descubierto la datación por radiocarbono. Para dimensionar todo el tiempo que esta especie permaneció bajo el permafrost, Daily Star informó que este gusano fue congelado 40 mil años antes la construcción de las Pirámides de Egipto, que fueron levantadas entre los años 2630 y 2610 a.C.
¿Qué es la criptobiosis?
Antes de continuar, hay que hacer hincapié en que esto es un estado metabólico de letargo extremo en el que algunos organismos pueden entrar para sobrevivir condiciones ambientales adversas, como altas o bajas temperaturas, sequedad o falta de agua, suspendiendo todas sus funciones vitales hasta que vuelven a condiciones favorables para su actividad normal.
Teymuras Kurzchalia, del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética, también principal investigador del Panagrolaimus kolymaensis, afirmó que el estudio muestra que los gusanos pueden permanecer en criptobiosis durante mucho más tiempo de lo que se pensaba originalmente.
"Nuestros hallazgos son esenciales para comprender los procesos evolutivos porque los tiempos de generación pueden variar desde días hasta milenios y la supervivencia a largo plazo de los individuos de una especie puede resultar en la reaparición de linajes que de otra manera habrían desaparecido", indicó, por su parte, Philipp Schiffer, académico de la Universidad de Colonia, quien supervisó el estudio.
Inicialmente, los gusanos fueron revividos en el Instituto de Problemas Físico Químicos y Biológicos en Ciencias del Suelo de la Academia de Ciencias de Rusia por Anastasia Shatilovich, quien luego fue invitada al Instituto Planck para colaborar.
El estudio fue publicado en la revista PloS Genetics.