Como si se tratara de una operación a la naturaleza. El proyecto chileno Nilus, liderado por investigadores nacionales, busca recomponer los ecosistemas precordilleranos con la aplicación de la estupa de hielo, una técnica de injerto de hielo que permite crear glaciares artificiales congelando el agua que cae al suelo desperdiciada en momentos de abundancia.
De esta forma en pleno verano y con la escasez de agua que afecta a gran parte de la zona central del país, este glaciar artificial se derretirá para aumentar el suministro de agua para los cultivos y la afluencia de los canales de agua que recorren el Cajón del Maipo.
Esta idea fue inventada en Ladakh, India, por Sonam Wangchuk. Desde entonces se ha ido masificando alrededor del mundo, llegando ahora hasta Chile, gracias a Sebástián Goldschmidt, quién busca crear un parque de Ice-Stupas para congelar el agua y tener reservas de agua dulce en estado sólido.
La iniciativa busca levantar un total de 50 solidificaciones de agua de aquí a 2022, prometiendo ser una alternativa ante la sequía y el cambio climático al almacenar entre 12 y 16 millones de litros de agua para ser utilizados cada año.
El siguiente paso es implementar un sistema de Inteligencia Artificial para monitorear el impacto de los Ice Stupa en un parque hídrico y así intentar replicarlo en todo el país, usando la misma IA para identificar nuevos puntos óptimos para la implementación de más glaciares artificiales.