Todavía no decanta el fallo que entregó el lunes la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya -donde rechazó la solicitud de Bolivia de obligar a Chile a negociar una salida al Océano Pacífico-, pero el proceso ante el mismo tribunal por el uso de las aguas del río Silala, donde Chile demandó al país altiplánico no para.
En lo inmediato, los agentes de ambos países están citados a La Haya para acordar la continuidad del litigio en su fase escrita, es decir, si presentarán réplica y dúplica respectivamente y si Chile responderá a la contrademanda presentada por Bolivia en el mismo caso.
Todo esto, luego de las duras palabras que emitió el presidente boliviano Evo Morales sobre el tribunal internacional tras el fallo del lunes. Al respecto, el coagente de Chile Juan Ignacio Piña indicó en T13 AM que "la verdad es que ayer hemos conocido una serie de declaraciones que dejan alguna dudas sobre el curso que siga la República de Bolivia, abrieron un espacio de incertidumbre".
Así, Piña agregó que Evo Morales "no dijo nada de la causa del Silala, lo que tiene cierta dosis de racionalidad (...) Desde Chile hemos tratado de mantener estas dos causas de manera independiente porque se refieren a puntos distintos, pero hay una cierta dosis de incertidumbre, no me atrevería a anticipar cuál va a ser el curso de las acciones del equipo boliviano, lo que es cierto es que estamos citados el 17 de octubre y ahí nos enteraremos del curso del proceso".
Diferencias de los litigios
El coagente explicó que ambos casos, el zanjado este lunes y el que sigue adelante son de naturalezas "muy distintas", lo que según él además explicaría por qué Evo Morales evitó hablar del tema cuando fue consultado tras volver de Holanda.
"Es una controversia de una envergadura muy distinta respecto del uso que debe dársele a un curso de agua transnacional que tiene su origen en Bolivia y cae hacia Chile por la fuerza de gravedad, lo que se trata en esta controversia es de confirmar que se trata de un río y que por atravesar la frontera le otorga derecho a ambos estados riberanos al uso equitativo y razonable de sus aguas", explicó Juan Ignacio Piña.
El abogado agregó que Bolivia cambió los criterios sobre el Silala en el año 97, cuando aseguró que se trata de manantiales cuyas aguas nacen y mueren en su territorio. Además indicó que tras la presentación de la contramemoria y la contrademanda, el propio país altiplánico redujo el campo de la demanda a temas puntuales.
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"La controversia se ha reducido bastante luego de la presentacion de la contramemoria boliviana, si bien no nos podemos referir por la reserva de la Corte, sí se ha dado a conocer especialmente a partir de declaraciones del propio presidente Morales y del ministro de Justicia, que la controveria se ha reducido ostensiblemente", planteó.
Piña explicó que Bolivia "el único espacio de controvesia que queda es si el efecto de la canalización afecta el uso de esas aguas, lo que estamos discutiendo es la distribución de porcentaje. Que es un curso de agua natural, lo ha terminado reconociendo Bolivia, lo que queda es discutir la naturaleza y estatuto que regiría a estas aguas que según ellos han mejorado en el flujo".
Juan Ignacio Piña puntualizó que en este caso "hay poco espacio para sorpresa (por parte de la CIJ). Las aguas que fluyen son naturales y si alguna canalización mejora de alguna manera el flujo, eso no opta que son de carácter natural".