Molesta por la aprobación de los proyectos que promueven paridad de género y participación de pueblos originarios e independientes en una eventual convención constitucional, la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberhge congeló la semana pasada las relaciones de su partido con el bloque oficialista Chile Vamos.
Entre sus descargos, la senadora ha insistido en que los presidentes de partido de la colectividad Mario Desbordes (RN) y Hernán Larraín Matte (Evopoli) incumplieron el acuerdo del 15 de noviembre para una nueva Constitución. Sus respectivas colectividades votaron positivamente a los proyectos sobre la conformación de la convención en la Cámara.
Este lunes, durante la promulgación de la reforma constitucional, Van Rysselberghe negó el saludo tanto al ministro del Interior Gonzalo Blumel, como a Desbordes y Larraín. A este último eso sí, lo saludó al momento de sentarse.
Tras la ceremonia, la presidenta de la UDI afirmó que la molestia "no es una cosa antojadiza, nos dolió mucho que habiendo una reunión donde particiapron los tres presidentes de partido, se hayan desconocido los acuerdos".