Por Lorena Ferraro y Josefina Salazar
Con retraso llegaron la noche del lunes algunos integrantes de la comisión política de la UDI hasta el restaurante Raúl Correa & Familia, donde se realizó la cena en homenaje al ex timonel del partido, Ernesto Silva, que convocó a más de 250 personas.
Aunque tradicionalmente la tienda organiza una velada de despedida a quienes dejan la conducción gremialista, la comida, señalan algunos de los presentes, tuvo un tono simbólico, tras la renuncia del diputado en medio del Caso Penta.
La investigación judicial, de hecho, se había tomado la reunión de la comisión política previa a la cena. Según algunos de los asistentes, en la reunión se vivió un fuerte altercado entre el diputado José Antonio Kast y el alcalde de Colina, Mario Olavarría, a raíz de la solicitud de éste último de que se suspenda la militancia de quienes han estado involucrados en el caso.
El diputado habría enrostrado al edil que fue formalizado por el caso Tottus sin que se congelara su militancia, a lo que éste respondió -en medio de duras palabras-, que fue absuelto del juicio.
La escena graficó la fuerte tensión instalada en el partido, de cara al consejo nacional del próximo 10 de abril.
De hecho, el mismo lunes, el alcalde de Las Condes, Francisco De la Maza, había renunciado a la vicepresidencia apelando a tener una mayor “independencia” en dicha instancia partidaria, donde se resolverá el futuro de la directiva.
Con ese telón de fondo, el homenaje a Silva estuvo marcado por un gesto del diputado a la conducción el timonel interino, Javier Macaya, quien fuera su secretario general y mano derecha en la propuesta de renovación del partido.
En su alocución -durante la cual se quebró más de una vez- Silva dejó abierta la puerta para que Macaya sea ratificado en el cargo. Éste, por su parte, destacó la gestión de Silva en los 10 meses que alcanzó a estar en el cargo.
Entre los presentes en la cena se encontraba, además de casi una veintena de diputados, el ex senador Jovino Novoa, uno de los hombres cercanos al diputado y quien está siendo investigado por la fiscalía en el denominado Caso Penta, así como el ex ministro de Interior, Andrés Chadwick.
Los presentes destacaron que no asistió el senador Víctor Pérez, quien previo a la renuncia de Silva fue crítico con el actuar de la directiva.
La cena-homenaje tuvo una adhesión de 15 mil pesos y entre los obsequios a Silva destacó un ejemplar del libro El Principito y la tradicional foto de los timoneles que adorna la sede de calle Suecia.