Fue la primera intervención en la Comisión de Constitución, la tarde de este lunes, al momento de votar en general el proyecto que permitiría el retiro anticipado de ahorros previsionales. El senador Andrés Allamand (RN), junto con detallar las razones de fondo por las que rechazaría la iniciativa, hizo una reserva expresa de constitucionalidad, abriendo la opción de que -en caso de que el Congreso despache a ley el texto- objetarlo ante el Tribunal Constitucional.
El ex ministro de Defensa calificó como “resquicio” el hecho de que este texto se presentara como una disposición constitucional transitoria, que requiere 3/5 para su aprobación, pues a su juicio afecta disposiciones permanentes, las que necesitan un quórum mayor para su modificación, de 2/3. “Repugna al sentido común” cambiar normas que requieren un quórum alto con uno más bajo, indicó el senador RN.
Una objeción ante el TC ha sido tema recurrente en las últimas horas en el oficialismo, considerando que la iniciativa ya se da prácticamente por aprobada, debido a los cinco senadores UDI y RN que anunciaron su apoyo, sumándose a los votos opositores.
Y no es el único camino: en La Moneda admiten que, además de una posible presentación ante el TC a raíz del quorum de votación, también se evalúa el envío de un veto presidencial. Una medida que ha sido solicitada públicamente por personeros como la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
Sin embargo, es compartido en Chile Vamos y en el Gobierno que avanzar en algunas de las dos medidas conlleva costos importantes a nivel de la opinión pública. Algunos apuntan, de hecho, a las cifras de la encuesta Cadem de esta semana, en que dos de los principales rostros del Gobierno para rechazar la iniciativa, los ministros Gonzalo Blumel (Interior) e Ignacio Briones (Hacienda) bajaron en su aprobación: el jefe de gabinete cayó 22 puntos, quedando en 31% de aprobación; mientras que su par de Teatinos 120 descendió en 18%, quedando en 38%.
El cuadro se hace complejo, señalan en el oficialismo, sobre todo porque el envío de un veto o una presentación ante el TC, tal como ha ocurrido con el proyecto en sí mismo, podrían no ser respaldados por todos en Chile Vamos. El senador Iván Moreira, uno de los UDI que ya anunció su apoyo al proyecto, señaló que “si el Gobierno presenta un veto y los parlamentarios van al TC seria un golpe bajo para millones de chilenos que están sufriendo y seria el peor error político que podría cometer el Gobierno y los parlamentarios de Chile Vamos”.
Qué camino tomará La Moneda, no está claro aún. En Palacio insisten en que todas las opciones están sobre la mesa y tienen clara la presión de los parlamentarios que han criticado al Gobierno por rechazar una medida e incentivar a Chile Vamos a hacer lo mismo, para después abrirse a discutirla, como pasó con el posnatal de emergencia. No hay espacio para no llegar hasta el final con la negativa del retiro del 10%, dicen en el oficialismo, aunque los costos sean considerables.