“Tienen la cosa en suspenso”, dice el extimonel de RN Carlos Larraín al abordar la situación del partido a raíz de los requerimientos presentados hace cerca de dos semanas para impugnar la votación ocurrida en el consejo general del 26 de septiembre, que selló aplazar las elecciones internas por 14 meses más.
Dos días después de los comicios al menos dos recursos fueron ingresados al Tribunal Supremo del partido -uno de un consejero y otro del senador Francisco Chahuán- para impugnar la votación efectuada en la instancia partidaria.
Los dirigentes cuestionan la unificación de mociones en el voto político, el quórum con el que fue efectuada la determinación, la participación real de los consejeros -fue de manera telemática-, entre otros argumentos.
Será este jueves finalmente, según lo planificado, que el Tribunal Supremo revise los requerimientos y la presión, dicen en RN, ha aumentado.
“Esto debió haber sido zanjado mucho más rápida y ágilmente para enfocar todas las energías del partido en el proceso electoral que viene por delante; vamos a tener primarias el 30 de noviembre y debemos estar unidos en ese momento”, dice a T13.CL el senador Chahuán, dando cuenta de la opinión de un grupo de dirigentes que han considerado excesiva estas casi tres semanas que se ha tomado el TS para zanjar el tema.
“Esperamos que este proceso se clarifique lo antes posible para tener la calificación de la elección y que se resuelva de acuerdo a los procedimientos internos del partido por parte del Tribunal Supremo, si es que hubo pulcritud o no en el proceso electoral interno y, segundo, si se cumplieron o no con los quórum necesarios”, agrega Chahuán.
Justamente, respecto a la “calificación” de la elección -un proceso formal de los partidos- hay preocupación, pues, explican, como está en cuestionamiento la votación del consejo, el TS no ha ratificado ninguna fecha de elección interna. Por eso, Larraín, en ese sentido, recalca que está todo en suspenso.
Piden inhabilidad de Huina y Cisternas
Además de la presión que dicen en RN estar ejerciendo sobre los integrantes del Tribunal Supremo para que concreten la sesión y se zanje este tema, hay una polémica rondando el debate: la inhabilidad que algunos consideran debe haber por parte de David Huina y Gonzalo Cisternas.
El primero presidió hasta el consejo el TS, día en que además Chahuán fue cuestionado por dicha instancia por criticar a la directiva del partido. Además, recalcan que, al ser administrador de la colectividad -contratado por la mesa-, debiese dar un paso al costado en esa sesión.
Una situación similar adosan a Cisternas, hermano del secretario general, Felipe Cisternas, quien, al igual que el extimonel Mario Desbordes y la vicepresidenta Paulina Núñez, abogó por aplazar el mandato de la actual directiva. “La inhabilidad en estos casos ocurren en todos los tribunales del mundo y es de iniciativa, por supuesto, de la persona que aparece cuestionada”, dice Larraín al ser consultado por estos dos nombres que están en cuestionamiento en la colectividad.
“Yo confío en la resolución del TS. La situación es muy anómala, la directiva se autoconcedió 14 meses adicionales, cuando el periodo normal es de 24 meses. Era muy conveniente que la directiva apareciera respaldada por un voto amplio en los propios militantes; de ese modo, habríamos tenido una directiva con más respaldos y que podría haber incluido al propio Rafael Prohens: no se trataba de castigar a nadie sino de que hubiese una directiva que calara, que desplazara más agua”, añade el exsenador en torno a lo que se espera de este resultado que determinará el TS.
En caso de que se revierta la votación del consejo, nuevamente se activaría la competencia en torno a quién presidiría RN en un periodo clave electoralmente. Hasta antes del consejo, el mismo Larraín e incluso el senador Chahuán se habían mostrado abiertos a competir por ocupar la cabeza de la colectividad.