"Se generalizó una manera irregular de financiamiento, del que lamentablemente no pudimos abstraernos". Con esas palabras, el senador UDI, Jaime Orpis salió por primera vez a referirse a la investigación que realiza la Fiscalía por los pagos realizados a colaboradores suyos por la empresa Corpesca -del grupo Angelini- entre 2010 y 2013, mediante una declaración enviada a El Mercurio.
La situación de Orpis se conoció hace algunos días y las investigaciones apuntan a establecer si los pagos recibidos por sus colaboradores constituyeron una forma de financiar las deudas de campaña en las que él incurrió para la elección del 2009, así como la eventual influencia de dichos pagos en sus votaciones durante la tramitación de la Ley de Pesca.
La declaración
“Estos han sido días muy duros. Me he refugiado en el silencio y la reflexión porque siento que estos hechos afectan no sólo mi vida como parlamentario y como persona, sino también pueden vulnerar lo que ha sido la lucha de toda mi vida: la rehabilitación de personas de escasos recursos afectados por la droga.
Reconozco que solicité apoyo para el financiamiento de campañas políticas y desmiento categóricamente que ello haya influido en la manera en que he votado o actuado en mi vida parlamentaria.
No voy a usar el expediente fácil de decir que no sabía lo que hacían mis asesores o colaboradores en mis campañas. Para mí es un deber de lealtad hacia ellos asumir mi responsabilidad y defenderlos si se ven injustamente afectados. No hacerlo es una bajeza moral y una mentira. En la vida es mejor sufrir los rigores de la verdad, que actuar cobardemente escondiéndose en los otros.
¿Cuál es el problema de fondo? Que la política y el Servicio Público necesitan financiamiento, y quienes no tenemos dinero personal para ello, debemos pedirlo para cubrir ese nivel de gasto; que en mi caso personal como senador de dos regiones no sólo abarca mi campaña, si no que los procesos eleccionarios que allí vivimos en los últimos seis años.
Reconozco que solicité apoyo para el financiamiento de campañas política y desmiento categóricamente que ello haya influido en la manera en que he votado o actuado en mi vida parlamentaria.
Las normas que rigen actualmente el sistema de financiamiento para la política, no recogen lo que es una campaña electoral en cuanto a tiempos, montos y acceso a fondos; tema del que las autoridades no nos hicimos cargo, como lo han reconocido todos los sectores políticos.
Como consecuencia, se generalizó una manera irregular de financiamiento del que lamentablemente no pudimos abstraernos. Eso ha generado conflicto y un problema que como sociedad no hemos sabido resolver. Decir otra cosa no es sólo una mentira, sino una enorme hipocresía.
No me he enriquecido con la política, sino que al revés: han sido más los costos que los beneficios, que aún estoy pagando".