Luego de semanas de discusiones, el gobierno logró destrabar una fórmula para financiar el aumento de diputados que debutará el próximo 11 de marzo.
En concreto, el Senado cederá $890 millones a la Cámara Baja para costear el alza de 120 a 155 representantes, contemplado en la reforma al sistema electoral. Los recursos se obtendrán a partir de una reducción del aporte para asesorías externas con que cuentan los representantes de la Cámara Alta.
Se redujo el aporte para las asesorías externas de los senadores en 890 millones de pesos, lo que ayuda a cubrir el diferencial que se produce con el aumento de los nuevos parlamentarios
Junto con esto, explicó el senador Carlos Montes, “se generará un fondo con todas las asignaciones y el Consejo Resolutivo tendrá hasta el 11 de marzo de 2018 para realizar una reasignación de las mismas puesto que el tamaño de los distritos y de las circunscripciones electorales tienen que repensarse”.
El presidente del Senado, Andrés Zaldívar, aseveró que “se trata de un buen acuerdo, donde se realizarán los esfuerzos necesarios y tendremos que ver temas pendientes como la instalación misma”.
Junto con esto, destacó que “el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias realizará la redistribución y vamos a ver la reestructuración del gasto tanto en la Cámara como en el Senado, para ver cómo funciona esto”.
La "holgura" con que se encuentra el Senado -en comparación a la Cámara- se explica por dos factores: el primero, que la Cámara Alta verá aumentado sus representantes en solo cinco escaños, ya que se llegará a los 50 contemplados en la reforma al binominal recién en 2022. El segundo, se debe a que el Senado conserva los recursos para asignaciones y gastos de los representantes vitalicios y designados, cargos eliminados en las reformas electorales del 2015.