Pacheco: "No me compro el cuento de un país radicalizado"
La declaración que leyó este lunes en la mañana en la sede de su fundación Democracia y Desarrollo, en pleno corazón de Providencia, no marcó solamente el fin de la candidatura de Ricardo Lagos Escobar. El acto también marcó el fin del ex ministro Máximo Pacheco Matte como generalísimo de una campaña derrotada cuando, el día anterior, el Partido Socialista eligió a Alejandro Guillier como su carta para La Moneda.
Pacheco ha dado cuenta de la sorpresa -y molestia- que le provocó que el PS (su partido) haya elegido a un candidato que no milita en sus filas. “Se fueron dando señales de que el PS no tenía la intención de proclamar al presidente Lagos. Me costó mucho digerirlo y aceptarlo, porque soy socialista… nunca en la historia el Partido Socialista había proclamado para elección primaria a un candidato que no sea socialista. Esto es histórico”, dice en conversación con T13.
El ex ministro de Energía, que dejó el gobierno para asumir en la campaña de Lagos, asegura que la decisión del Comité Central del PS de elegir a su abanderado a través de voto secreto no solo marcó el destino del ex Mandatario. “La votación abierta permitía fundamentar la decisión y eso se evitó con el voto secreto. Se dijo que era por la ley de partidos, por reglamento partidario, nada de lo cual era verdad (…) La política consiste en debatir y dar los argumentos para ir en una u otra dirección”.
Dice que no quiere personalizar el tema en Isabel Allende ni en Alvaro Elizalde, pero sí se explaya sobre el futuro de la coalición, los errores cometidos en la campaña, el destino de Lagos y la vigencia de una generación política que hoy se ve golpeada con la caída del ex Mandatario.
“La definición misma del populismo”
- En su libro “De cara al país”, Alejandro Guillier dice que tiene que “tomar distancia de los partidos” y “empoderar a la gente”. ¿Crees que hay cierto grado de populismo en esos dichos?
- ¡Esa es la definición misma de populismo! Que se construya esta categoría abstracta de la gente y uno se transforme en el representante de esa abstracción… No vamos a salir de esta crisis de la política sin sanear los partidos, sin fortalecerlos ni renovarlos. Nuestro desafío es enfrentar esa carencia que hoy tienen y esto es lo que está detrás de la dificultad y la desconfianza que existe entre la gente y la política. Algo que distingue el momento actual, es la distancia de miles de años luz que existe entre la política, los políticos, los partidos y la gente, y viceversa. Una distancia que se ha acrecentado por los escándalos que hemos visto, por la relación entre política y dinero, y por la crítica a esta élite que se confunde en su relación de política y dinero. Y también por una especie de guerra civil al interior de la élite, porque junto con esta distancia entre la gente y la élite, la misma élite ha entrado en guerra, porque no me digan a mí que Beatriz Sánchez, Gabriel Boric y Giorgio Jackson no son parte de la élite. Aquí hay un fenómeno que tenemos que revisar y es cómo recomponemos la relación entre los partidos políticos y sus dirigentes, y nuestra gente.
No me digan a mí que Beatriz Sánchez, Gabriel Boric y Giorgio Jackson no son parte de la élite
- ¿Cómo se explica que el PS, entonces, elija como candidato a quien tiene esa visión de los partidos?
- En esto tenemos que hacernos una autocrítica. Nosotros, en la campaña, si en algo fallamos fue en no ser capaces de explicar la obra transformadora que representa Ricardo Lagos como líder de la transición a la democracia, de la Concertación y de su gobierno. Esa obra solo es posible de explicar en el contexto histórico que se dio. Y por lo tanto es fundamental hacer una buena pedagogía de porqué las transformaciones ocurrieron de esa manera y no de otra.
- ¿En qué más falló la campaña de Lagos?
- No logramos mostrar a Ricardo Lagos como líder del futuro. Por su preparación, su trayectoria, formación y por lo que ha hecho todos estos años (…) Esta idea de tener un líder serio, preparado, con opinión de futuro, fue algo que falló porque nos metimos -o nos metieron, básicamente- en la caricatura del Lagos del CAE, del Transantiago… y no en el Fondart, el Auge, la política internacional, el regreso de los militares a los regimiento, en el ciclo económico… Toda esa obra quedó opacada por la caricatura.
Nos metimos -o nos metieron, básicamente- en la caricatura del Lagos del CAE, del Transantiago
- Tener que explicar lo que hizo Lagos, ¿da cuenta de un recambio generacional, no? Hay una generación a la que “el dedo de Lagos” no le dice mucho… ¿Será que el tiempo de Lagos ya pasó?
- No creo. No tengo ninguna duda de la profundidad de los cambios ocurridos en la sociedad chilena, porque son parte de lo que ha pasado en el mundo y porque hemos tenido los 25-30 años más exitosos que ha tenido la historia social-económica de Chile. La revolución de innovación tecnológica, con el acceso a la información, ha generado cambios de conducta y de relacionarse muy distintas. Hemos creado una clase media emergente, nueva, aspiracional, muy extendida. Y todos esos fenómenos sociales, por su talento y formación, Lagos los ha procesado, ha escuchado y ha elaborado ideas. Por lo tanto, creo que ahí también fallamos en posicionarlo en esa condición.
- Para muchos, lo que ocurrió marca cuando menos el inicio del fin de la carrera política de Lagos. ¿Crees que con esto se jubila también una generación, la generación de la Transición?
- Para que jubile, tiene que aparecer la nueva generación en primer lugar.
- ¿No existe acaso esa nueva generación?
- Yo creo que está recién perfilándose. Creo que esa nueva generación tiene también un enorme desafío para constituirse. Y en lo personal me parece que esta nueva generación tiene que formular una propuesta política más densa y más profunda. Y eso no lo veo. Creo que hoy es muy difícil entender toda la complejidad de los cambios ocurridos. Todos estamos con una enorme dificultad para leer bien lo que la gente está pensando. El ejemplo más clásico de esto es "No + AFP"… ¡Perfecto! Entiendo lo que me están diciendo. Pero acto seguido me dicen: “pero si se aumenta la cotización, que todo vaya a la cuenta individual”. Entonces, la gente también habla con códigos que son contradictorios. Por eso, no creo en esta abstracción de la gente.
Esta nueva generación tiene que formular una propuesta política más densa y más profunda. Y eso no lo veo
- Decías que Lagos fue “víctima de las caricaturas del CAE y del Transantiago”, pero es evidente que hay una parte de la Nueva Mayoría, y el Frente Amplio en su totalidad, que es muy crítica de la Concertación. ¿Lagos, uno de los rostros principales de la antigua Concertación, termina pagando ese costo?
- Yo pienso que efectivamente en este debate político tan despolitizado en que estamos, se usa mucha caricatura. Y como se quiere renegar de lo que fue el éxito de la Transición democrática chilena, como se quiere renegar del éxito de la gradualidad de las reformas, se quiere renegar del éxito del perfeccionamiento del modo en que la sociedad y la economía chilenas funcionan y se quiere refundar, demoler o hacer una cosa distinta. Se cae en la simplificación de decir “todo lo que está hecho no nos gusta, está malo” y le ponen una cara, un nombre y un apellido…, yo creo que de alguna forma eso es así.
“La centroizquierda está en el ADN político de Chile”
- ¿Qué pasa con el centro político en Chile? Tras el apoyo del PS a Guillier, desde la DC dijeron que la Nueva Mayoría se había izquierdizado. ¿Es así?
- No cabe duda que, en el mundo, la sociedad en democracia está viviendo días muy difíciles. Basta ver lo que ha pasado en Europa con la socialdemocracia y lo que de alguna manera pasó con la candidatura de Hillary Clinton… Tenemos un mundo que empieza a ser más bipolar en política, con un sector conservador que ha despertado con ideas muy retrogradas y que realmente nos llevaría a una reversión social muy profunda (…) Tenemos una sociedad que ha tenido una dificultad enorme para ponerse al día en sus propuestas para un mundo globalizado. Y claro, eso ha impactado en Chile y ha impactado obviamente lo que ha pasado en el centro político… pero sigo creyendo que Chile es un país de centroizquierda, sigo creyendo que en el ADN político de Chile está la centroizquierda. Yo no me compro el cuento de un país radicalizado, porque el país aprendió y sufrió en la época de la dictadura y creo que es una marca cultural que todavía está muy presente. Creo, básicamente, que Chile es un país de gente moderada y sensata.
- ¿Quiénes son los líderes de la centroizquierda en Chile?
- Yo creo que hay muchos… por lo pronto quisiera que no se olvide que el 40% del Comité Central del Partido Socialista votó en favor de proclamar a Ricardo Lagos... Creo que lo mismo sucede con el PPD, un partido que ha sido capaz de colocar en la agenda pública muchos temas y siempre con novedad. Y veo que el socialcristianismo, la Democracia Cristiana, también tiene liderazgos muy potentes: ahí está su candidata Carolina Goic.
- No mencionas a Boric o a Jackson… a nadie del Frente Amplio.
- Más bien entendí que hablábamos de un socialismo democrático, de una propuesta socialdemócrata moderna… (La de ellos) No está todavía elaborada, no creo que esté todavía bien definida… los veo a ellos haciendo un intento hacia esa dirección, pero todavía muy incipiente y muy débil.
- ¿Qué va a pasar una vez terminado el duelo por la bajada de Lagos? ¿Van a apoyar a Guillier?
- A mí lo que me parece claro es que el presidente Lagos es una persona que tiene una vocación de servicio público probada. Como servidor público alcanzó el máximo privilegio o máxima posición que se puede. Por lo tanto, su mirada como servidor público es la mirada de un ex Presidente, una mirada privilegiada, de manera que no se va a restar de la discusión y el debate. Lo que no podemos pretender, es no respetar este momento que, como tú defines, es un momento de duelo. Tampoco debemos llevar al presidente Lagos a la discusión política pequeña. Yo creo que él va a privilegiar participar en esta discusión desde la mirada larga y amplia que da su condición de ex Presidente.
- ¿Entonces hay que esperarlo?
Definitivamente.
- ¿O sea que no es el fin de la carrera política de Ricardo Lagos?
- No, para nada. El gran éxito de la campaña, y así ha sido reconocido, es que él baja su candidatura, pero queda el documento “Piensa en Chile, propuestas para conversar”… Eso es una contribución estratégica de la campaña y el presidente. Es verdad que declinó su candidatura, que bajó su candidatura, pero subió su programa, subió su propuesta… Y eso es un tremendo aporte estratégico que entre Lagos y su equipo vamos a cuidar y defender.
“Voy a mirar, pensar…y buscar pega”
- ¿Te arrepientes de haber dejado el gabinete?
- Sé que lo que se hizo en este periodo de la Presidenta Bachelet, en materia de energía, ha sido la transformación económica más importante que ha ocurrido en Chile en un par de décadas. Todavía no ha sido muy reconocida, pero por lo menos a nivel internacional y mundial sí, y me siento muy orgulloso de esa etapa. Cuando entré, cuando el Presidente Lagos me llama, yo sabía que esto no era una “sandía calada”, sabía que esto no era una decisión basada en oportunismo y que era una operación de alto riesgo. Ya sabía que esto venía muy difícil y muy duro, por lo tanto no me arrepiento de haber enfrentado un desafío exigente, difícil. Me siento contento, tranquilo, porque lo hice con convicción, con total dedicación durante estos 7 meses. Y por lo tanto siento que aporté en la medida de mis capacidades, en la medida de mis posibilidades.
- Hay quienes te apuntan como uno de los responsables de lo que pasó con Lagos, por no haber logrado alinear al Partido Socialista. De hecho se plantea que el ex Presidente se equivocó al nominar a un militante sin mayor vida partidaria en el PS…
- A mí esa crítica me sorprende, porque me da una estatura y un rol que va más allá de las capacidades de cualquiera. Dificulto que haya una persona que pueda ordenar al Partido Socialista. No sé cómo se pretendió que esto lo hiciera una persona, y menos yo. En esto quiero ser muy modesto y directo. También me llama la atención esa crítica porque esto cambió en 24 horas: yo venía de ser un ministro de Energía muy reconocido, destacado y en 24 horas pasé a ser alguien que había hecho las cosas muy mal, porque me había ido del Gobierno… Creo que en la discusión y el ardor de la lucha electoral probablemente había que hacer eso con mi persona y lo acepté. Lo que sí fue una sorpresa es que en todo este período del Comité Central y la discusión, fui capaz de mantener relaciones personales, relaciones de fraternidad y de respeto con todos los distintos lotes de partido. Entonces dejo todas estas críticas pequeñas, porque son parte de la disputa, en el recuerdo de lo que fue el fragor de la batalla, y me quedo con la necesidad de dar vuelta la página. Porque quiero seguir contribuyendo al Partido Socialista, al partido donde he militado hace muchos años y con el que tengo una vinculación afectiva de larga data.
- ¿Y qué planes tienes ahora?
Mirar, observar, pensar y buscar pega.
- Pensando en las elecciones de noviembre: ¿Optimista o pesimista?
- Yo creo que nuestras ideas son muy potentes, creo que tenemos las ideas que verdaderamente interpretan de mejor formar lo que nuestra gente quiere. Nuestra gente quiere transformación social en favor de la igualdad, en favor de economía, en favor de una sociedad más tolerante y más inclusiva. Somos los depositarios de esas ideas… nosotros, no la derecha. Por lo tanto, si hacemos bien las cosas, una vez más creo que vamos a conseguir el apoyo de nuestra gente.
- Lagos, en su discurso de despedida, habló del riesgo de dispersión de las fuerzas progresistas en Chile y es evidente que el Frente Amplio disputa un electorado común con la Nueva Mayoría. ¿Ves, en este escenario, que Alejandro Guillier tenga opciones de triunfar?
- Bueno, yo siempre creí y lo sigo creyendo que la próxima elección presidencial en Chile se va a definir por poquísimos votos. Chile está, hace mucho rato, políticamente empatado. Y por lo tanto, una vez más quien sea elegido Presidente de Chile lo va hacer por poquísimos votos. Esta campaña está comenzando, este proceso eleccionario presidencial está en pleno desarrollo y faltan muchos meses para saber quién va ser el próximo Presidente.
- El Frente Amplio es muy crítico de la Nueva Mayoría y van a llevar candidato a la primera vuelta. Apuntan a un electorado común. En caso de que el candidato del oficialismo pase a segunda vuelta, ¿ crees que el Frente Amplio endosará sus votos?
- Esa es una definición que le corresponde a ellos y no a mí. Me parecería prematuro e impropio comentarlo, a estas alturas.