“Mañana vamos a salir todos unidos. Primera página en los diarios”. Tras días de alta tensión y reuniones de emergencia para impedir que Carolina Goic bajara su candidatura presidencial, Andrés Zaldívar transmitió un mensaje que buscaba tranquilizar a la timonel DC.
Fue la noche del miércoles que el histórico dirigente falangista conversó en el Senado con Goic. A esa altura, Zaldívar tenía un rol protagónico en las gestiones para evitar una debacle al interior de la Democracia Cristiana.
El senador por el Maule fue uno de los pocos con que Goic aceptó conversar el sábado 29 de julio tras sufrir una dura derrota en la Junta Nacional de la DC, que validó la repostulación al Congreso del diputado Ricardo Rincón, quien fue acusado por violencia intrafamiliar en 2002.
En la conversación en una oficina de Alameda 1460, según relatan fuentes partidarias, Zaldívar planteó a la candidata adoptar un período de reflexión, pero no declinar su postulación a La Moneda de inmediato, como trascendía ese sábado.
Molesta y conmocionada por la derrota ante la Junta -máxima instancia partidaria de la DC- tras el diálogo Goic convocó a una reunión de mesa extraordinaria en medio del cónclave.
Ante su directiva habló en tono golpeado: "Ustedes están aquí porque yo los elegí", les dijo según relata uno de los asistentes. Todos quedaron en shock, agregan testigos de la incómoda escena que siguió con recriminaciones mutuas por la aprobación de la candidatura de Rincón.
La propia Goic se había jugado públicamente por dejar fuera de carrera al diputado, lo que instaló como una bandera de su campaña, y finalmente el jueves -tras casi cinco días de 'reflexión'- decidió retirar la postulación de Rincón y mantenerse en carrera para llegar a La Moneda.
Antes de tomar su decisión, la abanderada enfrentó días complejos. Responsabilizó a la directiva y hasta a quien fue su principal aliado en la mesa, el vicepresidente Matías Walker, por la derrota. Al diputado lo cuestionó por no haber condenado la candidatura de Rincón con suficiente fuerza, pero su molestia también incluía a otros dirigentes que históricamente fueron sus cercanos, como el diputado Fuad Chahín, por no haber cuadrado a sus delegados de la junta.
El parlamentario, heredero político de Adolfo Zaldívar, y que hoy tiene una de las mayorías en la interna partidaria, le comprometió su respaldo a Goic, pero dejó en libertad de acción a su gente para la votación sobre la candidatura de Rincón en la Junta, lo que molestó a la senadora.
La jornada de la timonel tras una tensionada Junta Nacional terminó el sábado 29 de julio en su casa de Ñuñoa, donde recibió a algunos de sus más cercanos colaboradores, entre ellos, Eduardo Saffirio, Juan Pablo Hermosilla, Pablo Ruiz Tagle y Alberto Larraín, entre otros.
Esa noche y el domingo, Goic se desahogó con sus más cercanos. Su esposo, Christián Kirk, resintió la frustración de la senadora y publicó en Facebook– según la legisladora, sin su autorización- una dura carta en la que se refirió a la “maloliente cúpula DC” y fustigó a los diputados Juan Morano Cornejo, Gabriel Silber, Matías Walker y Fuad Chahin.
Y aunque la senadora comenzó a enviar a los aludidos mensajes de disculpas por whatsapp a las 6.45 de la mañana del día lunes, su carta generó una fuerte tensión con la bancada: todos entendieron que su marido interpretaba el sentir de su esposa.
Bitácora de un quiebre
La apuesta de Goic y su entorno era la última para revitalizar una candidatura que llegó a la Junta del 29 de julio oscilando entre el 1% y el 3% de adhesión en las encuestas y que, hasta ahora, no ha logrado despegar.
'Rinconizar' la Junta fue, a juicio de dirigentes de distintos sectores, un error. Prueba de ello, fue la derrota en el cónclave y el estado de reflexión en que declaró Goic su candidatura a La Moneda.
Su anuncio de dejar en suspenso su postulación presidencial sorprendió a varios por la forma en que lo hizo. Tras reunirse con su directiva, la senadora comunicó su decisión en un punto de prensa y no ante la Junta, lo que irritó a los representantes de la instancia.
Ello dio muestras del estilo que Goic ha puesto a su conducción, del que acusan, es de imponer y no consultar ni informar.
En los pasillos de la DC recuerdan dos episodios para graficar este sello: cuando la senadora anunció por la prensa su disposición a ser candidata presidencial, y luego -bajo la misma fórmula- cuando notificó por los medios su intención de llegar a la primera vuelta sin someterlo a una discusión interna.
Hechos como estos han fracturado su relación tanto con su propia directiva como con los diputados del partido. Con su mesa hay un profundo distanciamiento y, de hecho, el 21 de agosto suspenderá su presidencia para dedicarse a tiempo completo a la campaña.
El último 'gallito' con la directiva tuvo como actor principal al marido de Goic. La mesa acordó solicitar a la timonel que ofreciera disculpas por la dura carta que difundió Christian Kirk. Pero hasta ahora, no hay respuesta. De hecho, en la edición del jueves de Teletrece la senadora descartó que la misiva haya sido un error y defendió a su pareja.
El 'interventor' que inquieta a los diputados
A lo largo de la semana se multiplicaron las conversaciones para salir de una de las peores crisis de la DC. En el Congreso, el senador Zaldívar se reunió con el diputado Rincón para persuadirlo de que declinara su postulación. Pero el resultado no sólo fue negativo, sino además sostuvieron un áspero diálogo.
A esa altura, la fórmula que se evaluaba era hacer valer un mandato de la Junta Nacional que facultaba a Goic y su directiva a bajar la cuestionada candidatura del diputado. El miércoles en Santiago la mesa se reunió sin la timonel y decidió darle su respaldo para zanjar el caso Rincón, pero el objetivo de Goic -según relatan dirigentes- era que la directiva resolviera sin ella, a lo que los personeros se opusieron.
Así las cosas, dicen en el partido, la relación con su mesa - donde conviven distintos lotes internos- está en punto muerto.
Al anuncio que realizó el jueves en su comando de mantener su candidatura a La Moneda se ausentaron los integrantes de la directiva, y ningún parlamentario llegó a la convocatoria. Por el contrario, la nominación del abogado Patricio Zapata a cargo de una comisión revisora de las candidaturas parlamentarias sorprendió a los diputados y agudizó el quiebre con Goic.
La designación del constitucionalista era conocida por un reducido grupo de colaboradores y se manejaba en reserva hace algunos días. Según explican en el comando, la idea nació de la propia abanderada y el nombre de Zapata fue propuesto por el ex ministro Jorge Burgos.
Hoy, lo que es visto como una señal que busca reforzar la bandera de lucha con que Goic intenta reimpulsar su carrera -no apoyar candidaturas que enfrenten algún tipo de problemas con la justicia- es justamente uno de los focos de conflicto latentes de aquí al 21 de agosto. Zapata bien podría objetar otros nombres y desatar una nueva tormenta política en el partido y en la campaña de la senadora.
Como sea, paradójicamente pese a la resistencia y heridas que dejó en la interna partidaria, Goic sumó respaldo transversal fuera de las filas falangistas. Su decisión de bajar la candidatura de Goic fue aplaudida desde distintos sectores e incluso por algunos de sus rivales en la carrera presidencial.
El jueves recibió saludos por las redes sociales del ex Presidente Ricardo Lagos, y los candidatos Alejandro Guillier, Beatriz Sánchez y Marco Enríquez Ominami, además del ex candidato Manuel José Ossandón.
