El todo o nada de Goic
Los 850 delegados convocados para este sábado 29 de abril al Círculo Español estarán asistiendo a la que quizás sea la Junta Nacional más trascendente en la historia de la Democracia Cristiana desde 1990.
Según diversas fuentes consultadas, en esa instancia no sólo se juega el futuro político de Carolina Goic. También se definirá el destino electoral y la identidad del partido, que en caso de que se cristalicen las apuestas actuales, terminará optando por llevar a la senadora por Magallanes a la primera vuelta de noviembre y hacer que -por primera vez desde 1989- la coalición de centroizquierda enfrente dividida una elección presidencial.
En la DC hay una lectura compartida para explicar la decisión de Goic de competir en la primera vuelta. “Con la bajada de Lagos se acabó la primaria”, dice un alto dirigente del partido para sintetizar la gran razón que obligó a su timonel a jugarse el todo o nada, tras sentir que su partido quedó arrinconado en una Nueva Mayoría donde figuran como el único representante del centro.
En un escenario como el que indican las encuestas hoy (con la centroderecha con la primera opción electoral), ir a una primaria en un cuadro de ‘todos contra la DC’- dicen en este partido- es ir a una derrota segura, que dejaría a la falange con un margen de acción prácticamente nulo para reclamar cupos y mejorar su representación parlamentaria.
A horas de la Junta, aún no existe unanimidad al interior de la falange sobre el camino a seguir, pero los cálculos apuntan a que la postura de Goic debiera imponerse con un 60%. Mientras la timonel y su círculo de hierro buscaban de manera dramática hasta última hora alinear a los sectores internos para ir a la primera vuelta (y evitar que el partido quede resquebrajado tras el cónclave), los detractores de Goic reforzaron sus llamados para evitar el quiebre de la Nueva Mayoría, pidiendo competir contra Alejandro Guillier en las primarias del 2 de julio.
De ultimátum y amenazas
La DC encara esta Junta Nacional tensionada internamente y presionada por sus socios de pacto. En los últimos días los partidos oficialistas dieron un severo ultimátum a la DC: sin primarias no habrá pacto parlamentario, una preocupación vital para las aspiraciones de poder de la tienda falangista.
Los pronósticos electorales más pesimistas apuntan a que si la falange corre con una lista propia en las legislativas de noviembre, se provocaría un desangramiento del partido en el Congreso, donde hoy son la bancada más grande del oficialismo. Ir solos, dicen algunas proyecciones electorales -cuyos resultados se ven distorsionados por el hecho de que estas serán las primeras parlamentarias sin el sistema binominal- podría dejar a la DC reducida a una docena de diputados.
Otros estudios más optimistas, difundidos en las últimas horas, son la muestra de fuerza de la DC ante quienes, hasta ahora, son sus socios de coalición, y arrojan que si bien no crecerían en número de parlamentarios, al menos no tendrían una merma.
Esta semana, los presidentes del PR, PS y PPD se reunieron con el vicepresidente de la falange, Matías Walker, para advertirle del riesgo de que lleguen a primera vuelta. La respuesta de Walker fue tan dura como el ultimátum que recibió: “Mientras más nos arrincones, más vas a alentar la identidad DC de ir a noviembre”, le dijo al timonel socialista Álvaro Elizalde, y advirtió a sus socios que sin acuerdo parlamentario, la falange se restaría de apoyar a Guillier si éste pasa a una eventual segunda vuelta.
En la DC sindican al PS como el gran responsable del arrinconamiento al partido de Goic, tras el respaldo socialista a la candidatura de Guillier.
Por el contrario, señalan los democratacristianos, de perder la postura de primera vuelta en la Junta, en la interna partidaria no hay dudas de que Goic se verá obligada no sólo a bajar su candidatura presidencial, sino además a dejar la cabeza de la colectividad, un episodio que ya enfrentó el 2008 Soledad Alvear tras la derrota municipal de la DC.
En la propia mesa de la falange hay quienes reconocen que perder este sábado complicaría el futuro de la directiva, donde no todos respaldan la idea de llegar hasta noviembre. El ultimátum parlamentario de la Nueva Mayoría de aislar a la falange profundizó la inquietud tanto de la propia Goic como de dirigentes democratacristianos.
“Ella está jugando con fuego”, dicen al interior del partido, advirtiendo que una derrota podría hipotecar un liderazgo emergente (aunque no crece aún en las encuestas), pero que a la vez acusan de personalista, lo que suma a los temores de repetir lo que ocurrió el 2013 con la dura derrota de Claudio Orrego en la primaria oficialista.
“Ir a que nos arrasen con Guillier y sacar menos votos de los que obtuvo Orrego es irracional”, dice un parlamentario DC, mientras otros apuntan que ir a la primaria deja al partido sin espacio para negociar.
La izquierdización de Guillier
Otro factor que inclinó la balanza para que Goic se la jugara por un escenario de primera vuelta fue el despliegue del propio Guillier, un candidato que, presionado por el Frente Amplio, políticamente se ha cargado más a la izquierda.
El martes 25, de hecho, en un mensaje que encaja con la estrategia de Goic y la DC de ir a buscar al elector más moderado y de centro (que a su juicio quedó huérfano tras la bajada de Ricardo Lagos), la senadora explicitó públicamente que a Guillier “lo he visto mucho más izquierdizado”.
En esta línea, desde su bajada el 10 de abril la timonel DC ha valorado las ideas programáticas de Lagos, dando cuenta de acercamientos con el entorno del ex Mandatario.
Tanto desde la falange como quienes respaldaron la candidatura del ex Presidente relatan que los mensajes del laguismo tanto a Goic como a influyentes figuras democratacristianas han sido que la senadora no debe inscribirse bajo ninguna circunstancia en una primaria de la Nueva Mayoría.
(A Guillier) lo he visto mucho más izquierdizado
La caza de votos de centro cruza los análisis falangistas y es uno de los argumentos repetidos por quienes impulsan la idea de la primera vuelta. Recuperar la identidad de la DC -un partido que ha perdido cientos de miles de votos sistemáticamente desde 1990- es una idea que logra calar en esa colectividad.
Sin embargo, hay también un argumento de peso para quienes se oponen a la idea de que Goic sea la abanderada del partido en primera vuelta: hoy es poco competitiva.
Según la última encuesta Cadem, tiene apenas un 2% de intención de voto, tres veces menos que la carta del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. Esto abre un flanco para la senadora, que ha cruzado las discusiones previas a la Junta: la posibilidad de que la DC use su nombre para una buena negociación parlamentaria, tras lo cual su candidatura llegaría hasta agosto.
Con todo, en el falangismo dan cuenta de estrategias para ganar terreno: tras la primaria de Chile Vamos, la idea es ir detrás de los votantes de Manuel José Ossandón que identifican como ex electores DC y sumar a los “viudos” de Lagos más moderados.
Por estos días, el futuro de la falange ha sido materia de tensas discusiones internas. Los últimos consejos del partido, relatan fuentes de la colectividad, han sido muy duros, con recriminaciones y un ejercicio de catarsis colectiva.
Hay quienes en privado cuestionan el estilo de Goic y los tiempos como ha manejado su candidatura. Primero se reprocha que en la Junta Nacional del 11 de marzo se mantuviera la indefinición sobre ir a primera vuelta o a primarias, y luego se cuestiona que la senadora se haya adelantado en anunciar su disposición a competir en noviembre hace dos semanas en medios de prensa.
Haber notificado su intención de llegar a primera vuelta, dicen sus detractores, fue “declarar a la Junta de este sábado como interdicta”. Otra mirada da cuenta de que fue incluso poco prudente, pues en caso de sufrir un revés este sábado -con la Junta apoyando ir a primarias- no le quedaría más espacio que bajar su candidatura y evaluar su continuidad como timonel.
El mapa de poder en la DC
1. Carolina Goic
La propia Goic emergió como una figura que fue ganando respaldo en distintos sectores de la DC. Si bien proviene desde sus inicios del ala colorina, la senadora permaneció en el partido luego que Adolfo Zaldívar fuera expulsado de la tienda en 2007 y luego cinco diputados renunciaran.
Ella y Chahín fueron dos de las piezas clave de ese grupo que decidieron no autoexiliarse de la falange y seguir su derrotero por dentro.
Ya a la cabeza del partido, tras asumir producto de la renuncia de Jorge Pizarro en 2016, Goic apostó por mantenerse en la presidencia al competir este año contra el diputado Víctor Torres, donde obtuvo una amplia mayoría y consiguió incorporar a su mesa a dirigentes de casi todos los sectores.
2. Fuad Chahín
El último respaldo que recibió Goic en su cruzada por una primera vuelta fue del diputado Fuad Chahín, uno de sus principales aliados en la interna partidaria y quien hoy maneja una amplia mayoría en las bases democratacristianas.
En la última Junta, el diputado consiguió la primera mayoría en el Consejo Nacional, uno de los máximos órganos partidarios. Su triunfo fue acompañado de una canasta completa, ya que su sector ganó con todos los candidatos que llevó para integrar el Consejo.
En la interna es visto hoy como quien tiene la mayor fuerza en las bases, lo que contrasta con los poderosos enemigos que tiene en la colectividad, dicen sus cercanos. En sus comienzos fue delfín del fallecido Adolfo Zaldívar, y una de sus principales aliadas es la vicepresidenta Miriam Verdugo.
Los votos que manejan los colorines, dicen en la DC, son clave para inclinar la balanza en favor de Goic en la Junta de este sábado.
3. Los nuevos líderes
Cuando en noviembre Ximena Rincón dejó el Gobierno pocos sabían cuál sería su próximo paso político. Se especuló con una embajada o que disputaría un cupo senatorial -que dejó para entrar el gabinete- y ahora se convirtió en la segunda mayoría interna en el Consejo Nacional.
Con trayectoria como ministra, intendenta y parlamentaria, es vista como uno de los nuevos liderazgos, aunque confrontacional a Goic, de quien es crítica.
Con buena llegada con la Presidenta Bachelet y vínculos con el sector de los ‘chascones’ en la interna partidaria, comenzó a ganar ascendencia.
Así como emergió Rincón, un rostro que también empezó a ganar influencia es Nolberto Díaz. El ‘Cachorro’, como lo apodan, es secretario general de la CUT y se caracteriza por la dureza de su discurso, cercano al ala más progresista del partido.
Díaz también fue una de las primeras mayorías para ingresar al consejo nacional.
4. Gutenberg Martínez
Si bien sus detractores dicen que perdió espacio en la última Junta, donde obtuvo el noveno lugar para el consejo nacional, entre sus cercanos sostiene que Martínez sigue manteniendo una gran influencia interna.
Es el hombre que mejor conoce la máquina partidaria y uno de las voces más influyentes en la interna de la falange. Su alianza con el sector de los ‘príncipes’, sin embargo, se resquebrajó en la última elección.
Ha sido un firme partidario de la primera vuelta, tesis en la que coincide con Mariana Aylwin e Ignacio Walker, dos referentes de un sector partidario.
5. Los escuderos
Pese a venir de tendencias internas distintas, en su directiva Goic encontró a tres nuevos aliados que hoy emergen como sus escuderos. Se trata del secretario nacional, Gonzalo Duarte, hombre cercano a Gutenberg Martínez, y los vicepresidentes Sergio Espejo y Matías Walker, del sector de los ‘príncipes’. Este último es su gran soporte en la bancada de diputados, donde la mayoría tiene molestia con el estilo de Goic e incluso admiten un grado de desafección con la senadora. Walker fue jefe de bancada y desde la vicepresidencia DC ha ganado influencia y espacio.
6. Chascones y disidencia
El sector más progresista de la DC, conocido como los ‘chascones’ va en ascenso en la interna partidaria. Pese a que la derrota de Víctor Torres por la presidencia fue por un amplio margen, en el consejo entraron varios dirigentes del sector y son la principal fuerza que apuesta por ir a primarias y preservar la Nueva Mayoría.
En esta ala se ubica también a figuras como Yasna Provoste y Belisario Velasco, a quienes se ha acercado el ex intendente Francisco Huenchumilla.
Otro grupo de poder, pero que ha perdido terreno es la disidencia, donde figuran históricos como Jorge Pizarro y Aldo Cornejo.