Por Nancy Castillo E.
La reunión del comité político en el salón del ministerio del Interior en La Moneda comenzó pasadas las 11 de la mañana. Esta vez ningún representante de los partidos de la Nueva Mayoría ni los ministros políticos llegó atrasado. En la crispada coexistencia de la Nueva Mayoría, 30 minutos de retraso del presidente del PC, Guillermo Teillier, en febrero, habían bastado para despertar alarmas por la relación entre ese partido y la DC.
Este lunes 8 de mayo el ambiente no estaba para dar señales de ese tipo. Era la primera vez que se reunían desde que el 26 de abril la DC decidiera dar un paso inédito en los 17 años de la coalición de centroizquierda: competir hasta primera vuelta con un candidato propio, Carolina Goic, y enfrentar al ungido por el PS, el PPD, el PRSD y el PC, Alejandro Guillier.
La agenda del comité político, además, estaba cargada por lado y lado. El sábado previo el ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, en entrevista con La Tercera dijo: “Es posible tener un pacto de apoyo mutuo en la segunda vuelta y, ojalá, un acuerdo parlamentario”. Uno de los presentes en la cita dice que Alvaro Elizalde del Partido Socialista fue el primero en pedir una aclaración. En plena negociación parlamentaria, la posición negociadora de los partidos de izquierda es justamente la contraria a la expresada por Eyzaguirre.
Según recuerda otro asistente, el ministro Segpres respondió algo así como que es normal que a todo gobierno le importe el futuro de su coalición y su legado. Después cada timonel expresó su posición sobre las elecciones. De acuerdo a otro de los asistentes, quien más puso énfasis en la importancia de hacer los esfuerzos para mantener el eje centro-izquierda fue el PC: Teillier insistió en no profundizar ni dramatizar los desacuerdos. Casi no hubo debate, y los representantes de los partidos pidieron a los de gobierno que no intervinieran en la negociación parlamentaria.
El Ministro del Interior, Mario Fernández, el mismo que la semana anterior explicitó que su candidata era Goic, habló entonces sobre la importancia de la prescindencia de La Moneda. Les contó del instructivo que se preparaba para alivianar la coexistencia política en este insólito escenario, que los altos funcionarios públicos que quisieran ser candidatos deberían dejar su cargo tres meses antes de lo que dictamina la ley; y que los ministros no debían asistir a actos partidarios. Esto último, les pareció excesivo a los timoneles de partido. Entonces, se acordó que pudieran asistir, pero manteniendo bajo perfil y sin denostar al otro candidato.
El poder, a los partidos
Las escenas descritas anteriormente reflejan que, a diferencia de lo que ocurría al inicio del gobierno, con una Presidenta Bachelet recién electa y altos índices de popularidad, hoy son los partidos los que se paran en una posición de privilegio ante los inquilinos de La Moneda.
Las quejas por las declaraciones de Eyzaguirre y por la estricta normativa inicial respecto de la prescindencia, fueron solo el preámbulo de un tema más complejo para el gobierno: cómo reorganizar, nuevamente, las prioridades legislativas.
A fines de febrero y tras meses de tensión entre Palacio y la coalición, se habían acordado 48 proyectos de ley a los que se les daría prioridad el último año de gobierno. En ese momento, aún estaba Ricardo Lagos como precandidato, Guillier ya había sido nominado por los radicales y en suspenso estaba la definición de la DC. Todo cambió con la decisión del PS de nominar a Guillier, Lagos se bajó, Goic decidió ir hasta noviembre.
Si ya había sido difícil alinear al conglomerado en los años anteriores, y se preveía que con las elecciones parlamentarias y presidenciales los partidos bien poco atienden a los gobiernos, la definición histórica de la DC debilitó los restos de adhesivo de la coalición.
El escenario se torna más complicado aún para el oficialismo, considerando que los 10 meses que le quedan a Bachelet en el cargo se verán interrumpidos por un álgido período de campañas y elecciones.
Es en este contexto en que el ministro Eyzaguirre, considerado -junto al titular de Hacienda Rodrigo Valdés- como el hombre fuerte del comité político, tomó la palabra y se inició la conversación sobre cuáles eran los proyectos que permitirían “cerrar” las reformas clave de Bachelet y que al mismo tiempo son factibles de sacar adelante.
En el gobierno priman dos opiniones: aquellos que quieren aprobar toda la agenda fijada en febrero y aquellos que estiman que es imposible y se debe priorizar.
En la conversación hubo consenso en que la Ley de Educación Superior es irrenunciable y que su viabilidad está en la eliminación del CAE. Cuando se habló del aborto en tres causales, Matías Walker, vicepresidente de la DC, dijo que su partido no la obstaculizaría siempre y cuando el proyecto incluya el acompañamiento para la mujer. Check. Educación Pública, en su aspecto de la desmunicipalización, check también.
¿Pensiones o AFP? El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, está interesado en dejar cerrado este tema y así se lo ha transmitido a los senadores. Uno de ellos cuenta que Valdés es tozudo y que por su ascendente en Bachelet, lo más probable es que logre instalar AFP como prioridad. Pero en el comité político se planteó que no era fácil tramitar un proyecto de esa complejidad si ingresaba recién en julio.
La otra reforma es descentralización. La primera ley asociada a la elección de Gobernadores Regionales ya fue aprobada en el Congreso, pero aún está pendiente aquella que otorga las facultades a las nuevas autoridades. Walker insistió en que se debe viabilizar de manera que la primera elección de intendentes sea en 2017. El PS, PPD y el PC, plantearon que eso era muy difícil y lo hicieron en base a dos preguntas: ¿Es posible instalar todo el sistema en tan corto plazo? Y ¿En este ambiente de división electoral, cómo harán para conjugar una lista electoral de Gobernadores? Como no hubo acuerdo, quedaron en seguir esa conversación más adelante. Sin embargo, entre los ministros políticos tampoco habría consenso en que se pueda sacar adelante ese proyecto. Una fuente de Palacio, al ser consultado por el tema, respondió señalando con el pulgar hacia abajo. En el PPD dicen que lo más viable es sacar la ley, pero no para que se aplique este año. Elección de Gobernadores, entonces, estaría quedando fuera.
El resto de la semana, Eyzaguirre siguió el sondeo sobre la viabilización de los proyectos.
A tres semanas de la última cuenta pública que dará la Presidenta Bachelet (y por vez primera en un 1 de junio), en el Congreso no ven fácil la misión del ministro Segpres. Por un lado, señalan que la Mandataria querría sacar todo adelante; por otro, varios parlamentarios de la NM consultados critican a Eyzaguirre por “escuchar poco” y al resto de los ministros políticos por “no liderar”.
