Eran pasadas las 18 horas del 17 de enero de 2010. Al interior del Hotel San Francisco, donde se concentraba todo el equipo de campaña del candidato de la Concertación, Eduardo Frei, se escuchaban los bocinazos de autos y gritos de celebración, en plena Alameda.
Sebastián Piñera había obtenido un triunfo con el 51,6 % de los votos, versus el 48,39% del senador DC. Miles de personas salían a las calles a vitorear la llegada de la derecha democrática al poder, después de 50 años. El murmullo se sintió mucho antes de que el propio abanderado de la ex Concertación, Eduardo Frei (DC), admitiera públicamente su derrota.
La decepción en el equipo del parlamentario era generalizada. Los dirigentes del bloque se culpaban entre ellos y también responsabilizaban a Marco Enríquez-Ominami, quien tras perder en primera vuelta jamás apoyó con fuerza la candidatura de Frei. Y todos consideraron insuficiente que se sumaran sus padres, Carlos Ominami y Manuela Gumucio.
Además, corrían críticas hacia el ex Presidente Ricardo Lagos y su otrora ministro del Interior, José Miguel Insulza, por no haber querido convertirse en abanderados. “Frei nunca fue un buen candidato”, eran algunos de los lamentos que se escucharon esa noche.
Antes del discurso de Frei, la tensión en el Hotel San Francisco se palpó en el ambiente, y se hizo evidente ante los medios de comunicación. El diputado independiente Pepe Auth era en esa época presidente del PPD, y relata un episodio que dejaba al desnudo la frustración del momento.
“Ese día había lágrimas y mucha molestia. En un minuto, los cuatro presidentes de partidos de la Concertación nos acercamos al escenario ubicado en una carpa dentro del hotel, para hablar con la prensa. Estaba Camilo Escalona como presidente del PS. Y fue justo ahí cuando comienza a gritarnos una militante que insultaba especialmente a Camilo. Lo responsabilizaba por la derrota. Se generó una trifulca muy incómoda”, describe Auth.
Mientras el comando trataba de calmar los ánimos, en el tercer piso del hotel, Mahmud Aleuy (quien había dejado recientemente su rol de subsecretario de Desarrollo Regional para sumarse a la campaña), entregaba a Frei todos los detalles de los resultados que iban saliendo, y las proyecciones a nivel nacional. Junto al legislador estaban, además, Pablo Halpern y Eugenio Tironi.
La derrota era inevitable. Tras admitir el fracaso públicamente, se trasladó al Hotel Crowne Plaza junto a su esposa Martita Larraechea. Era momento de felicitar a Piñera.
“Le deseo pleno éxito en el gobierno que va a encabezar (…) Vamos a estar en una oposición constructiva, como corresponde. Le deseo éxito, que le vaya bien, porque así le va bien a Chile”, dijo el legislador, en medio de aplausos y festejos de los adherentes de Piñera.