Analista de Wall Street: "La llegada de Piñera no es suficiente para reactivar la economía"
Por Juan Diego Montalva
"¿Quién es ese señor Molano?", preguntó molesto el entonces Presidente Ricardo Lagos a los periodistas que le mencionaban insistentemente este apellido en 2002. El "señor Molano" era Walter Molano, un economista doctorado en la universidad de Duke -“la misma en que estudió Lagos”-, que ocupa desde esos años el puesto de economista jefe de BCP Securities para mercados emergentes. Su fama la ganó en 2002 por haber firmado un documento que cuestionaba la cifra de la deuda oficial chilena y exigía más transparencia, con la frase "es tiempo de apagar la máquina de humo".
Luego de este episodio, Molano quedó transformado en la sombra que iba detrás de la gestión económica de Lagos y del entonces ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, que en esos años trataban de salir de los efectos devastadores que había producido en la economía nacional la crisis asiática de 1997.
Cuando la economía está bullente, la sociedad se mueve un poco hacia la izquierda porque quiere que se reparta más la torta
Hoy, Molano tiene solo elogios para Nicolás Eyzaguirre y declara que no ha sido nada de mala la gestión económica del gobierno de Bachelet. Y, a diferencia de lo que plantearon diversos agentes locales tras el triunfo del ex Mandatario en las primarias del domingo 2, él es muy cauto respecto del efecto que podría tener un eventual triunfo de Sebastián Piñera en el crecimiento de la economía. Insiste, eso sí, que Chile necesita urgente una fuerte inversión en infraestructura.
Esta tendencia parece que está haciendo que la región comience a moverse hacia la derecha. Parece que en estas épocas la gente piensa que los gobiernos tienen que portarse mucho mejor, ser más prudentes
-¿Optó por un perfil más bajo después de su polémica con el Presidente Lagos?
He estado en la prensa, pero no con el perfil de hace casi 16 años.
-¿Ese fue el momento de fama de Walter Molano?
(Ríe) Fueron mis 15 minutos de fama.
-¿Cómo se ve la economía chilena desde Wall Street?
Chile es un país bastante tranquilo, que sigue estando entre las posibilidades de inversión para el mundo financiero. Sus activos son bastante seguros, tienen bajo riesgo. Es un país muy serio, que mucha gente lo ve como desarrollado. Es como un mundo aparte del resto de la región, especialmente después del salto en la construcción, con las nuevas torres y arquitectura de Santiago.
-¿Viaja periódicamente a Chile?
Viajo todos los años, al menos una vez.
-¿Y le parece que estos elogios se condicen con la realidad de nuestro mercado?
Sí, especialmente en estos últimos cinco o siete años en que se ha pegado un salto muy fuerte en infraestructura, con construcciones como la torre de Cencosud, que muestra un nivel de sofisticación que no se repite en otras zonas de América Latina.
Ojalá que Piñera pueda hacer los cambios necesarios, porque su llegada al poder no va a ser suficiente para reactivar la economía ni que vuelva la inversión directa
-Pero esta semana se conoció un Imacec de 1,3, que fue considerado decepcionante
El Imacec de 1,3 no me sorprendió. Está dentro del rango de 1,5% y 2% de crecimiento que yo tenía para este año. La economía chilena ha estado muy impactada con el ciclo de commodities internacional, que hizo que el cobre bajara fuertemente desde sus puntos más altos. El crecimiento de China a niveles de dos dígitos (11-12%) hizo aumentar el precio del cobre y el crecimiento de la economía chilena. Ahora la economía China crece a ritmo de 6%, que es la mitad de lo que crecía hace unos seis años.
-¿Qué opina del manejo económico del gobierno de Michelle Bachelet?
Ha sido bastante razonable. Yo sé que Bachelet concita críticas y su gestión ha tratado de moverse hacia la izquierda, sin embargo su gestión ha sido bastante razonable, con una tasa de inflación muy moderada y, dentro de las posibilidades que tenía no ha hecho ninguna locura.
-¿Estamos bien?
Lo que Chile necesita es otro gran ciclo de inversión en infraestructura. Me parece que se ha hecho bastante en Santiago, pero falta mucho en la interconexión de las distintas regiones del país. Necesitan más ferrocarriles, más transporte masivo y conexiones con los otros países latinoamericanos. Debería ser la puerta de Argentina al Pacífico, eso beneficiaría mucho a ambos países.
-Hubo un candidato en estas primarias (Alberto Mayol) que propuso un tren que conectara Arica con Puerto Montt ¿Usted propone lo mismo?
No sabía lo de ese candidato, pero debería existir ese tren y no hay razón para no tenerlo. Chile tiene los recursos con el ahorro que existe en las AFP´s y todo el comercio que hace en minería, transporte general, no hay razón para que no tenga un tren que interconecte el país.
"Bachelet pudo ser mucho más radical"
-Sebastián Piñera se impuso en las elecciones primarias, instalando la posibilidad de que se transforme en el próximo Presidente de la República ¿Su eventual triunfo en noviembre es suficiente para reactivar la economía chilena? ¿Cambia mucho el escenario económico con Piñera Presidente?
Es una señal de confianza, pero podríamos debatir mucho elucubrando sobre cómo será su gestión. Primero, y antes que todo, yo no he visto que la gestión de Bachelet fuera tan mala. Sé que hay gente que no coincide con mi opinión, pero me parece que ella es una persona bastante razonable dentro del ala izquierda. Bachelet pudo ser mucho más radical de lo que fue.
-¿Qué opinión tiene de la gestión económica del primer gobierno de Piñera?
No me pareció que fuera tan excelente. De todas formas, el optimismo siempre ayuda en cambiar las expectativas de los empresarios y del mercado.
-Pero el mercado chileno recibió favorablemente el triunfo de Piñera en las primarias.
Está el caso de Mauricio Macri en Argentina, que remplazó un gobierno muy malo, muy de izquierda y muy populista con un discurso mucho más razonable y pro mercado. En ese caso, la inversión no subió tanto y sigue estancada al nivel que estaba antes de llegar al poder.
Los gobiernos pueden tomar malas decisiones y dañar una economía, como ha pasado en Venezuela
-¿Por qué no se movieron las agujas de la economía en Argentina?
Son muchas las razones para explicar esto, una de ellas es porque todavía está presente la posibilidad de que los Kirchner vuelvan al poder y eso espanta a mucha gente. Pero tampoco se han tomado las iniciativas e incentivos necesarios para tener esa inversión directa. Ojalá que Piñera pueda hacer los cambios necesarios, porque su llegada al poder no va a ser suficiente para reactivar la economía ni que vuelva la inversión directa.
-¿Cuáles son esos cambios que debería implementar Piñera?
Tiene que poner los incentivos impositivos y regulatorios necesarios para atraer inversión.
-Entonces, ¿la elección de Piñera no es una garantía de aumento del crecimiento?
Piñera tiene que mostrar hechos.
"La música la ponen desde China"
-El ex director de CODELCO, Patricio Meller, dijo que el índice de crecimiento no iba a variar mucho si el cobre no aumentaba a US$3 la onza ¿Coincide?
Sí, coincido, porque el cobre es el termómetro de Chile. Cada país tiene su termómetro: en Argentina es la soja, en Venezuela el petróleo y en Chile el cobre. Eso determina la confianza del consumidor, del empresario y del sector inversionista. El consumidor chileno sabe que cuando el precio del cobre sube, va a haber algún momento en que eso lo va a beneficiar y empieza a soltar su cartera y a gastar mucho más. Pero cuando ven que el precio del cobre está deprimido, aprietan mucho más, restringen su consumo. Eso es independiente de quién esté en La Moneda, sea Bachelet, Piñera o Lagos, la música la ponen afuera, desde los países asiáticos, desde China.
Independiente de quién esté en La Moneda, sea Bachelet, Piñera o Lagos, la música la ponen afuera, desde los países asiáticos, desde China
-¿Cree que un rol protagónico del Estado a nivel de inversiones podría ayudar a aumentar el crecimiento y mover la aguja?
Podría, pero la pregunta es de dónde saldrán los recursos para que el Estado invierta. Chile necesita diversificarse. Una de mis grandes quejas a la economía chilena en la última década ha sido la gran concentración en el cobre. Hace una década o más, Chile tenía una economía mucho más diversificada cuando el cobre estaba en torno a un dólar la libra. En esa época, Chile dependía mucho más de la agricultura, la pesca, tenía una economía más diversificada.
-Pero la baja del dólar produjo que estos sectores se estancaran.
Chile enfrentó lo que los economistas llaman “enfermedad holandesa”, porque los incentivos están en el sector cobre y empieza a perder importancia la agricultura, la pesca y lo forestal.
-¿Cuál es su opinión de la gestión del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés?
No podría opinar al respecto porque no he seguido tan de cerca o en detalle su gestión.
-Rodrigo Valdés fue en tiempos de Ricardo Lagos, el segundo hombre de Eyzaguirre en el ministerio de Hacienda, con quien usted se enfrentó varias veces…
Con Eyzaguirre lo que pasó fue que estábamos en situaciones contrapuestas y él contestó tan fuerte como fuertes fueron mis acusaciones. Luego conocí personalmente a Eyzaguirre y sólo puedo decir que es una gran persona, un gran economista, que ha hecho un muy buen esfuerzo por Chile.
-¿Son amigos ahora?
No, pero para decirle la verdad, después de mis críticas Chile impuso reglas de más transparencia en las cuentas fiscales. Eso era lo que se tenía que hacer, por lo tanto, no tengo ninguna queja contra Nicolás o contra las personas de su equipo.
-Volviendo al efecto de los Presidentes en la economía ¿Cuál ha sido la consecuencia de la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos?
Pasa lo mismo que en el caso chileno, no importa quién está en la Presidencia, Bachelet, Piñera o Lagos. La economía se maneja por factores como el cobre (...) Creo que los gobiernos pueden tomar malas decisiones y dañar una economía, como ha pasado en Venezuela, pero todo eso ha estado aumentado por el desplome en el precio del petróleo que hizo mucho más claro el mal manejo. Las economías tienen su propio motor, su propio ciclo.
-¿En que ciclo está la economía estadounidense?
Está levantando y eso es por razones que están afuera del manejo político. Tiene más que ver con la crisis financiera de hace 10 años (2008). Los resabios de esa crisis están desapareciendo y una prueba de eso es el anuncio de principios de esta semana que realizó la FED, señalando que los bancos podían empezar a devolver dividendos. Los programas de expansión monetaria implementados para enfrentar la crisis se están deshaciendo y, por otro lado, aparece una escasez de vivienda que está reactivando el sector. También hay cambios tecnológicos fuertes en las empresas informáticas que afectan a los minoristas, que saca nuevas tecnologías. Otro cambio importante es el demográfico.
-¿Por qué?
Hace un año empezó el fenómeno de que cada día se jubilan cien mil americanos, cada día cien mil personas llegan a la edad de 65 años y eso continuará ocurriendo por los próximos 19 años. Esta situación implica una escasez de mano de obra que aumenta las posibilidades de encontrar trabajo y motiva un mejoramiento de los salarios. Eso es lo que está impulsando la economía, independiente del loco que esté en la Casa Blanca hablando de murallas con México, deshaciendo tratados de libre comercio. Al final del día, Trump habla, pero sus acciones son bastante limitadas.
-Usted es especialista en el mercado Latinoamericano. ¿Cómo se ve el continente desde Estados Unidos?
Este es un continente que depende de los commodities. Es una tristeza, pero es la realidad desde el descubrimiento de América por los europeos. Hoy la región está tratando de sobrevivir con menores recursos, con un crecimiento bastante más bajo, aumento de la pobreza y una situación social un poco difícil que produce cierta tensión política. Esta tendencia parece que está haciendo que la región comience a moverse hacia la derecha. Parece que en estas épocas la gente piensa que los gobiernos tienen que portarse mucho mejor, ser más prudentes.
-¿Es lo inverso cuando hay bonanza?
Es raro, pero cuando los precios de los commodities están altos y la economía bullente, la sociedad se mueve un poco hacia la izquierda porque quiere que se reparta más la torta que llega al sector público.