“Todos nos conocen, los hipócritas que pretenden decir que apenas han tenido contacto con San Ramón y se esconden dando opiniones hipotéticamente intelectuales faltando a la verdad, desconocen que la segunda vuelta de Bachelet comenzó en San Ramón”. Un par de horas antes de renunciar a su militancia de 30 años en el Partido Socialista, el alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera, distribuyó entre militantes una carta que contenía varios mensajes que, según sus cercanos apuntaba a los principales liderazgos al interior del PS. El edil se quejaba del trato que su partido le había brindado tras ser vinculado en un reportaje de Informe Especial de TVN a una banda de narcotraficantes.
Aguilera montó una puesta en escena: rodeado de una treintena de militantes, banderas socialistas y hablando golpeado, abandonó el viernes pasado la colectividad. Para muchos, su mensaje apelaba a su historia como militante inevitablemente conectada con figuras de la primera línea del partido, quienes hoy, según se lee en su carta y transmiten sus cercanos, lo abandonaron a su suerte. Esta realidad fue coronada este lunes con su expulsión definitiva del PS.
T13 Semanal conversó con diversos dirigentes socialistas para intentar reconstruir el historial de alianzas que le permitieron a Aguilera escalar a los más alto del PS. Las fuentes consultadas explican que si bien pertenece al sector de la "Renovación Socialista", durante su carrera política estableció alianzas amplias y transversales. En dicho contexto, su alusión a los “hipócritas", no pasó desapercibida.
Durante su ascenso a los círculos de poder del partido –hasta hace una semana era vicepresidente-, Aguilera fue parte de la tendencia "Renovación", pero aliado en distintos niveles de cercanía con figuras como Ricardo Núñez, José Miguel Insulza, Marcelo Schilling, Camilo Escalona, Osvaldo Andrade e incluso el actual jefe partidario, Álvaro Elizalde.
En su defensa, Aguilera apela a su plena inocencia respecto de los vínculos con el narcotráfico y que todo forma parte de una “operación política” para "eliminar a los liderazgos que provienen de clases populares".
Precisamente, su historia comienza en las bases del socialismo, inicios donde varias fuentes consultadas sitúan episodios de fuertes enfrentamientos donde Aguilera ha mostrado carácter, el mismo que lo llevó a ocupar cargos en el Estado, en la vida interna del PS y en su comuna.
La “paleteada” de Insulza
En los años finales de la dictadura, un antiguo militante socialista, Juan Aguilera, introdujo a su hijo mayor en la doctrina partidaria y en el trabajo clandestino para “reorganizar” al partido en la zona sur de Santiago.
En ese entonces, Miguel Ángel Aguilera estudiaba para ser contador auditor en la Universidad de la Frontera de Temuco. Al terminar sus estudios de regreso en la capital selló su ingresó a la colectividad casi por "extensión familiar", dice un diputado PS.
A partir de entonces, padre e hijo fueron parte de la llamada "megatendencia", también conocida como PS- Núñez, liderada por el ex presidente del PS y ex secretario general, Ricardo Núñez, hoy embajador de Chile en México.
Tras los primeros pasos al alero de Núñez y el diputado Marcelo Schilling, Aguilera encontró en el ex ministro y actual candidato a senador por Arica, José Miguel Insulza, un referente cercano, algunos dicen que casi un “mentor”.
Varias fuentes consultadas en este reportaje coinciden en que el ex secretario general de la OEA fue el actor clave para que el edil accediera a los círculos de poder socialistas. En ese entonces, Aguilera no poseía cargos municipales, pero mantenía una importante influencia en las bases del PS en San Ramón.
Aquí, el entonces dirigente dio muestras de su capacidad: su apoyo territorial fue clave para que Insulza se convirtiera en el presidente regional metropolitano del PS en el año 1993.
Un año después, Insulza se convierte en ministro de Relaciones Exteriores del presidente Eduardo Frei. En 1998 el Congreso del PS resuelve pedirle a sus autoridades de gobierno abandonar sus cargos partidarios, cuestión que convierte en Aguilera en el guardián del poder territorial de Insulza en la Región Metropolitana, lo que es confirmado por cercanos al actual candidato a senador por Arica.
"Le fue funcional en ese periodo", admiten en el entorno del ex secretario de Estado.
La cercanía entre ambos es graficada con una anécdota. El hoy alcalde contraía matrimonio e Insulza era uno de los invitados de honor. Hasta ahí todo bien, salvo por una falla en el vehículo que trasladaría a la novia. El apuro y la urgencia obligó a Aguilera a solicitarle a Insulza su automóvil, por lo que el entonces ministro terminó conduciendo para la que sería la mujer del edil.
En el entorno de Insulza reconocen el episodio, aunque dicen que Insulza “fue un invitado más”.
El sitio web del municipio de San Ramón aporta otro dato: que el edil fue “asesor” de Insulza mientras este era ministro del Interior de Ricardo Lagos, entre 2000 y 2005, año en el que el ex secretario de Estado viaja a Estados Unidos para radicarse y asumir como secretario general de la OEA. Cercanos a Insulza desmienten este dato y señalan que a partir de esa fecha no hubo vínculos entre ambos.
La relación sin duda reflotó el año pasado, tras el regreso a Chile del “Pánzer” y sus intentos por convertirse en candidato presidencial del PS. Aguilera, ya convertido en alcalde y de fuerte influencia en el PS, fue uno de los primeros en apoyar la intentona frustrada de Insulza.
Entre el Sence y San Ramón
Los primeros pasos de Aguilera en el municipio de San Ramón fueron como concejal. Tras la partida de Insulza, el hoy alcalde hizo nuevas redes con figuras de la Nueva Izquierda socialista, vertiente mayoritaria que dominó el PS hace unos años, donde destacan su relación con Osvaldo Andrade, Camilo Escalona y ya más tarde con el actual presidente del partido Álvaro Elizalde, que pertenece al llamado “Tercerismo”.
Así, varios dirigentes consultados por T13 Semanal recordaron que fue Andrade quien le tendió una mano por esos años. Mientras era concejal de San Ramón y Andrade ministro del Trabajo del primer gobierno de Bachelet, el alcalde fue jefe de programas sociales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), e incluso después ocupó el cargo de auditor ministerial.
En 2012, Aguilera llegó a la alcaldía de San Ramón. Cuatro periodos antes se había presentado como concejal: la primera no resultó electo, pero sí las tres elecciones posteriores. Antes de llegar al sillón edilicio, durante 2011, se enfrentó en las primarias a su compañero de partido y actual secretario general del PS, Andrés Santander, quien también era concejal y buscaba convertirse en alcalde de la comuna. Superada la valla del PS, al imponerse a Santander, Aguilera tuvo que competir frente al DC Genaro Balladares.
Sobre aquel período, los aludidos al ser consultados por T13 Semanal prefieren no referise. Hay quienes recuerdan que dichas competencias estuvieron marcadas por acusaciones cruzadas de “acarreos”, propaganda en locales de votación y denuncias por amedrentamientos y amenazas.
De aquello, pocos registros y versiones verbales de las que no quieren hacerse cargo.
El rey de las fichas
Ya en el municipio, Aguilera inició un periodo de prosperidad política. Su influencia creció en paralelo a sus altas votaciones en las municipales lo que también impactó en los niveles de participación en las elecciones internas del PS, gracias a su ya reconocida capacidad de movilización.
En 2013, San Ramón fue un territorio insoslayable para la entonces candidata Michelle Bachelet, en su campaña por llegar por segunda vez a La Moneda.
Las elecciones internas del PS en 2015 también tuvieron como protagonista a Aguilera, quien consolidó una alianza con Camilo Escalona, pero terminaron perdiendo frente a Isabel Allende.
Pero 2016 fue el año del edil: consiguió la reelección con el 70% de los votos (15.590 votos), y en 2017 fue uno de los protagonistas de la alianza en la que confluyeron la mayoría de las tendencias del Partido Socialista para las elecciones internas, acuerdo del que quedó fuera Osvaldo Andrade, quien presentó su propia lista. Esta vez, Aguilera optó por hacer pacto con quien se perfilaba como seguro presidente del PS: el ex ministro Álvaro Elizalde, quien terminó imponiéndose en los comicios internos.
El alcalde fue elegido como tercera mayoría del comité central del Partido Socialista, después del propio Elizalde y Escalona. Andrés Santander, con quien compitió en el pasado, se convertía en su aliado ahora como secretario general del partido.
Ya en la mesa, las cosas fueron diferentes para el alcalde: fue pieza clave en el proceso de refichaje del PS a inicios del presente año.
Al igual que todas las colectividades, el PS tuvo que reafiliar a sus militantes para mantener su legalidad y fue uno de los que tuvo menos dificultades para completar el proceso. Hasta septiembre pasado, el PS tenía 61.000 militantes, de los cuales 3.000 pertenece a la comuna de San Ramón. En el PS señalan que de esa cifra el alcalde habría conseguido unos 3000 refichajes. De todas maneras, la cifra global muestra que la comuna de Aguilera es la que registra la mayor cantidad de militantes socialistas en toda la Región Metropolitana.
Esta fue la muestra más clara de su poder de convocatoria, lo que lo llevó a ser uno de los alcaldes escogidos por el comando de Alejandro Guillier para recolectar las firmas necesarias para inscribir su candidatura como independiente.
Pero lo que fue su virtud, se convirtió en los últimos días en una pesadilla para el PS e incluso el propio abanderado del bloque Fuerza de la Mayoría.
La supuesta vinculación de Aguilera con la banda de Jorge “El Chino” Pinto, conocido narcotraficante de la población “La Bandera”, obligó al PS a tomar drásticas medidas, pese a que la investigación de la Fiscalía –abierta tras la emisión del reportaje de Informe Especial- aún no concreta avances. La querella presentada por el PS, mandatada por su comisión política, y la expulsión del partido decretada por el Tribunal Supremo, golpearon duramente al alcalde quien se negó a entregar su versión para este reportaje.
Aguilera, dicen en su entorno, está en pie de guerra. Prueba de ello fue una entrevista que concedió a El Mercurio, Pedro Jaque, ex militante PS y brazo derecho del edil, quien lanzó una serie de acusaciones, denunciando, por ejemplo, que la licencia de conducir de Álvaro Elizalde tiene domicilio en San Ramón. El jefe socialista se defendió explicando que lo hizo para ayudar a una comuna de “extracción popular”.
Con todo, el alcalde insistirá en su inocencia y mirará de reojo a los “hipócritas”, de los que habló en su discurso de despedida. Entre sus cercanos se anuncian querellas y demandas a quienes le dieron la espalda en su partido de 30 años.