Los distintos líderes del Partido Socialista se reunieron el lunes pasado en el kartódromo de Lampa para grabar la franja parlamentaria de la tienda junto a su candidato presidencial, Alejandro Guillier.
Así, tras la emisión del reportaje de Informe Especial de TVN que denunció los nexos que tendrían narcotraficantes con el alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera (PS), el presidente de la colectividad, Álvaro Elizalde, se reencontró con otras figuras socialistas, como Camilo Escalona y José Miguel Insulza, entre otros.
La denuncia contra Aguilera fue comentario obligado entre los asistentes. Según los consultados, sin planificarlo, la instancia sirvió para que la dirección preparara el terreno y tuvieran como partido una reacción "más oportuna" en comparación a la anterior polémica que enfrentaron cuando Mega difundió que la tienda tenía millonarias inversiones, incluyendo acciones en SQM.
Con estos hechos como telón de fondo, y luego de la grabación de la franja parlamentaria, la jornada socialista del lunes tuvo un amargo resultado: tras su comisión política y la sesión extraordinaria del Tribunal Supremo anunciaron una querella criminal contra quienes resulten responsables, el congelamiento de Aguilera -por iniciativa propia- y de otros dos implicados, y la expulsión del militante Miguel Sánchez Yáñez, quien está en prisión preventiva por tráfico de drogas.
Con todo, las medidas no fueron suficientes para algunos sectores del socialismo, los que exigieron en la comisión política que se auditara el padrón de San Ramón, dada la fama de "acarreador" de votos y militantes que tiene Aguilera.
En este contexto, el Tribunal Supremo del partido se reunirá el próximo miércoles para abordar la materia y solicitarán una reunión al Servicio Electoral para explorar la factibilidad técnica y legal de depurar su padrón de militantes en San Ramón, e incluso a nivel nacional.
"Este un tema gravísimo para el partido, nuestros estándares no sólo son legales, también éticos, por lo que tenemos el deber de estudiar algún mecanismo para llegar a esta especie de auditoría de nuestro padrón y encontraremos la solución técnica", adelantó el presidente del Tribunal PS, Reinaldo Flores, a T13 Semanal.
Aguilera, un arma de doble filo para Elizalde y Guillier
Pese a las medidas y al control de daños que evalúa el PS, las críticas internas y externas han continuado. Es que los rumores sobre el supuesto mal proceder de Aguilera tenían larga data y desde la actual conducción de la colectividad no habrían tomado cartas en el asunto.
En sus más de 30 años de militancia, Miguel Ángel Aguilera fue escalando desde abajo en la estructura del partido.
Desde el PS dicen que para el ascenso del contador auditor de la Universidad de la Frontera fue clave su integración a la facción que agrupó a líderes como José Miguel Insulza, Ricardo Núñez y Carlos Montes -pese a que con el senador habría tenido fuertes diferencias-, la llamada "megatendencia" de los '90, lo que le entregó acceso a los círculos de influencia de la tienda.
El sello de esta alianza se graficó en 2005, cuando apoyó el diseño de Núñez y Camilo Escalona para sacar de la presidencia del partido a Gonzalo Martner. Sin embargo, en la militancia socialista recuerdan que se le sindicaba como parte de la "mega de los pobres", dado su origen, distinto al de los llamados "Barones" del PS, y también destacan su complicidad con el diputado y ex presidente del PS, Osvaldo Andrade.
Mientras, en el sitio web de la Municipalidad de San Ramón todavía menciona que fue asesor del ex ministro del Interior, José Miguel Insulza. Además, apoyó la frustrada apuesta presidencial del llamado "pánzer" e incluso su insistencia en ser senador por Atacama.
Pese a lo anterior, y consultados sobre la pertenencia del edil a la continuación de una de las facciones del sector, hoy llamado Renovación, dirigentes actuales de esa tendencia descartan que Aguilera sea parte del movimiento interno PS.
Pero la llegada a estos círculos no fue gratuita. Es que en su trayectoria comunal fue concejal tres veces en San Ramón, llegando a la alcaldía en 2012, donde se encuentra en su segundo periodo tras ganarle a la UDI Claudia Lange con el 70% de los votos, equivalente a 15.590 electores.
Junto con estos récords municipales, destacó por el aumento del contingente de militantes socialistas en su comuna, lo que se transformó en su principal moneda de cambio para influir en las pugnas internas del partido.
Esta fuerza se grafica en que después de Elizalde y Escalona, con 5.840 y 2.640 votos respectivamente, Aguilera logró la tercera mayoría dentro del comité central de la formación consiguiendo 2.572 respaldos. El resultado extrañó a varios porque correspondería a la de "un dirigente nacional y no un alcalde", aseguró un integrante de la comisión política al ser consultado.
Otra muestra de su maquinaria fue que durante el proceso de refichaje de la colectividad aportó con 1.500 fichas de militantes, según estiman desde el PS.
Con estos antecedentes sobre la mesa, la denuncia contra Aguilera golpeó directamente a la mesa y a la conducción de Elizalde, la que había apostado por la amplia alianza presentada en la elección interna de la colectividad, cuya lista se llamó "Unidad Socialista". Finalmente, la integración del edil y su sector tenía el atractivo del contingente electoral seguro, pero traía consigo el riesgo de los rumores del "acarreo" y "las malas prácticas".
Pese a lo anterior, el secretario general del PS, Andrés Santander, descarta a T13 Semanal que "la votación de San Ramón representaba el 10% de la votación del partido". Sin embargo, admite que "somos el partido en el que más vota gente cuando hay una elección interna, con más de 30 mil personas en la elección, y en San Ramón han votado alrededor de 1.500 personas, por tanto eso representa el 5% de la votación, y no el 10%".
Además, en mayo de este año, Guillier lo presentó junto a otros 25 miembros como parte del equipo Metropolitano para la recolección de las más de 33 mil firmas que requería a nivel nacional la inscripción de su candidatura presidencial como independiente.
Así, con la denuncia de TVN expuesta, las dudas sobre estas cifras afloraron en algunos sectores del socialismo. Y, peor aún, abrió flancos de críticas para el partido y su abanderado presidencial entre sus adversarios.
"¿Qué hace un candidato presidencial ahora que sabe que quienes le reunieron las firmas, son narcos?", lanzó este miércoles Marco Enríquez-Ominami ante Guillier, y disparó: "Sabemos que quién más le juntó firmas es narco".
Sin embargo, desde el comando presidencial del periodista se han encargado de remarcar que Aguilera no tendría un rol en la campaña, pese a que en un momento incluso sonó en el oficialismo como jefe territorial de la campaña, cargo que desempeña actualmente Arturo Barrios (PS).
En tanto, desde la DC y el Movimiento Autonomista han emprendido nuevas iniciativas frente al caso. La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), denunció ante la Fiscalía a Francisco Olguín -uno de los funcionarios del municipio de San Ramón sindicados en la denuncia por redes con el narcotráfico- por amenazas en su contra.
Mientras que este miércoles el candidato a diputado del Movimiento Autonomista en el distrito 13, Mauricio Carrasco, interpuso una querella por fraude al Fisco, malversación de caudales públicos y contratación ilegal de funcionarios. Carrasco señaló que "es sabido en el distrito que lo que ocurre en San Ramón con el nepotismo y la relación con bandas delictuales se da de igual manera en la Municipalidad de El Bosque y Lo Espejo" y que "las malas prácticas" no sólo corresponden a Aguilera y su sector Renovación: "Jaime Fuentealba, miembro de la Izquierda Socialista, hace campaña en La Bandera con Pedro Jaque y otros funcionarios que mantienen vínculos con bandas delictuales", sostuvo.
Y aunque las medidas del PS van tomando forma, la denuncia ya impactó en el futuro de la campaña de su carta presidencial. Así, informan desde el comando de Guillier que el periodista se restará de participar en nuevas actividades con Aguilera, quien previo a la denuncia era uno de los ediles más valorados en el socialismo por dirigir una comuna populosa en la Región Metropolitana, donde el candidato presidencial tiene la meta estratégica de repuntar.