El duelo post Guillier
Este jueves, el ex Presidente Ricardo Lagos viajó a Buenos Aires para participar en la XVIII edición del Foro Iberoamérica. El ex Mandatario ha reanudado el grueso de sus actividades internacionales desde que depuso su candidatura presidencial, el 10 de abril de este año.
Sin embargo, en su lista de viajes y conferencias, siempre deja espacio para reunirse con figuras del oficialismo. Esta semana se juntó con algunos dirigentes del Partido Socialista. Y fue ahí donde volvió a transmitir su preocupación por el futuro de la centroizquierda, con encuestas que siguen dando por ganador al ex Presidente y abanderado de Chile Vamos, Sebastián Piñera.
Lagos admitió su incertidumbre por el anuncio que Piñera hizo el lunes, cuando propuso impulsar la reelección inmediata a los presidentes. Según cuentan quienes estuvieron en esa conversación, el temor de Lagos es que Piñera quiera generar esta modificación en la siguiente administración, con el riesgo de que termine gobernando por ocho años.
Su preocupación no es aislada. Una pregunta que ha sido recurrente en las reuniones oficialistas de los últimos días es cómo va a quedar la centroizquierda con una posible derrota en las presidenciales, quiénes serán sus líderes y si se logrará un contrapeso al gobierno de Piñera en el Congreso.
Todos auguran que el desafío no será fácil y que los primeros meses estarán marcados por una fuerte división entre quienes aspiren a mantener la unidad con la Democracia Cristiana, y quienes esperen acercamientos con el Frente Amplio.
En cualquier caso, varios coinciden en que, dependiendo de los resultados de las elecciones parlamentarias, un nuevo ordenamiento de las centroizquierda tendrá como protagonistas a figuras del bloque PS-PPD.
Según Pablo Velozo, ex secretario general PS y director de la Fundación Chile 21, “si nos convertimos en oposición, será clave la bancada PS-PPD y la calidad de los senadores que habrá en ambos partidos. De ahí pueden salir liderazgos y la decisión de mantener la alianza con el centro o acercarnos al Frente Amplio. El debate estará en sus manos”.
En oficialismo y oposición advierten que la DC podría perder su influencia y capacidad de diálogo con la derecha, por el riesgo de derrota en candidaturas senatoriales como las de Andrés Zaldívar en El Maule o Ignacio Walker en Valparaíso. De hecho, en caso de triunfar Aldo Cornejo en Valparaíso, Yasna Provoste en Atacama y/o Ximena Rincón en El Maule, el escenario sería un crecimiento del ala progresista de la falange.
Girardi-Lagos Weber, el eje de poder
En el comando del ex Presidente Piñera contratan encuestas parlamentarias semanalmente para vislumbrar el escenario con el que podrían encontrarse en el Parlamento, de llegar a triunfar en las elecciones.
Además de sus preocupaciones respecto a las candidaturas de Chile Vamos, el equipo del ex Presidente sigue de cerca los avances de los aspirantes oficialistas. Aunque se advierte que la Nueva Mayoría podría mantener su mayoría en el Senado, en Chile Vamos han manifestado que el PS podría perder a sus principales referentes.
Esto, tomando en cuenta que las candidaturas de José Miguel Insulza (Arica), Isabel Allende (Valparaíso), Álvaro Elizalde (El Maule) y Camilo Escalona (Aysén), se mantienen en una competencia reñida y los sondeos hasta ahora no dan a ninguno como ganador.
En ese contexto, la oposición avizora que el PPD tiene chances de alzarse como el partido más fuerte de la Nueva Mayoría con opciones como las de Salvador Urrutia en Arica, Ricardo Lagos Weber y Marco Antonio Núñez (ambos en Valparaíso), Jorge Tarud en El Maule y Ximena Ódenes en Aysén.
De hecho, desde el socialismo admiten que la balanza podría quedar a cuatro senadores PS contra siete u ocho del PPD. Esto, aunque las expectativas en la Cámara de Diputados son contrarias: mientras los socialistas podrían elegir entre 18 y 20 diputados, el PPD lograría obtener unos 12 o 13.
Con todo, tanto en el piñerismo como en la Nueva Mayoría, comentan que el PPD podría convertirse en un polo de influencia en el Congreso. Y desde esa línea, figuras como Ricardo Lagos Weber o Guido Girardi, terminarían liderando un puente de acuerdos con el Ejecutivo o encauzando un giro a la izquierda.
“Esta elección puede ser mi paso a dejar el Escobar e instalar el Weber”, sentenció el senador PPD e hijo del ex Presidente Lagos, en entrevista con Radio Digital FM, el 30 de octubre pasado. En su partido creen que el legislador podría obtener primera mayoría nacional en estas elecciones y sus palabras transmiten una expectativa que viene siendo abordada hace varias semanas al interior de su partido.
Sin embargo, en esa tienda admiten que el problema con el senador son las pocas redes políticas que generó en la interna PPD durante todos estos años y la falta de liderazgo en el Parlamento. Esto, a pesar de que fue presidente del Senado y vicepresidente del PPD.
Álvaro García, ex jefe programático de Ricardo Lagos Escobar durante su última campaña presidencial, lo explica así:
“Si gana Piñera, los senadores electos serán figuras muy importantes. Ricardo Lagos Weber es muy atractivo, todo indica que le irá muy bien en las elecciones y puede que tenga un rol muy importante, pero sería distinto al rol que ha jugado todos estos años. Es una prueba que le resta por pasar”.
A su juicio “tendría que tener un liderazgo dentro del partido muy importante para movilizarlo en esta dirección”.
En el caso de Guido Girardi, en el oficialismo afirman que tiene un camino más expedito que Lagos Weber: además de ser el senador más influyente de su partido, su cercanía con los postulantes al Congreso se convierte en un seguro de garantía para los próximos cuatro años: Tanto Urrutia como Núñez, Tarud, Órdenes y Quintana, tienen una relación muy fluida con él y son considerados en el partido como “girardistas”.
Pero a pesar de lo anterior, en el PS advierten que aunque los socialistas queden disminuidos y el PPD gane terreno, la influencia y expertiz legislativa de senadores como Carlos Montes o Juan Pablo Letelier, seguirán siendo un contrapeso de influencia en la Nueva Mayoría.