Rafael Prohens, líder de RN: “Si Monckeberg u otros quieren presidir este partido, deben competir”
Fue “un antes y un después” para el presidente de RN, Rafael Prohens, el consejo general de su partido, que se llevó a cabo la noche del jueves. Los miembros de la instancia, por un 77%, aprobaron mandatar a la directiva para finalizar las negociaciones electorales -bajo su criterio- que culminan este lunes de cara a la elección del próximo 11 de abril.
Es viernes por la mañana y el senador, en entrevista con T13.CL, relata sentirse “más tranquilo” al referirse a los resultados de ese consejo que, a su juicio, fue un espaldarazo a su gestión que ha tenido tantos ripios en cinco meses. Prohens, exintendente y exconcejal, asumió cuando Mario Desbordes fue convocado por el Presidente Sebastián Piñera para su gabinete.
Desde entonces, Prohens ha sido criticado en la prensa por su “falta de liderazgo político”, en comparación con su antecesor. Aquí, habla extensamente de cómo ha sobrellevado esos cuestionamientos y confiesa que en algún momento pensó en renunciar, pero enfatiza en que ahora no piensa hacerlo. Por eso manda un mensaje claro: el que quiera ser la cabeza del partido más grande, deberá competir.
“En un partido, en una empresa, cuando uno llega, siempre es difícil tomar el ritmo de las cosas y eso no fue distinto para mí. La dinámica con la que se trabaja un partido político es algo muy complejo, es mucha la gente con la que hay que dialogar permanentemente a lo largo del país y con miradas distintas y con intereses distintos, por lo tanto, se hace muy complejo”, es lo primero que dice al evaluar estos meses de gestión.
—Usted asumió sorpresivamente y, además, en medio del plebiscito que los dividió entre el Apruebo y el Rechazo…
—Yo asumí en medio de la campaña del plebiscito por una nueva Constitución, y el partido optó por la libertad de acción. Pero eso terminó siendo una pequeña lucha interna de posicionamiento en lo cual afectó al partido en sí. Yo entendía que la libertad de acción era tomar una postura sin involucrar al partido y así la entiendo hasta hoy. Desgraciadamente eso no se dio. Pero nosotros nos mantuvimos en una neutralidad y ayudamos a ambas posturas del partido. Y todo se hizo de manera transparente para ambos lados. Esas visiones de país distintas hicieron que todo esto haya costado mucho y me costó hasta el consejo general de este jueves. Me ha costado trabajar tranquilo, porque ha habido mucha descalificación a través de la prensa. Y han sido críticas miope, porque son miradas desde afuera, a este recinto nunca nadie llegó a hablar conmigo. Fui tomando decisiones y creo que eso ha ido tranquilizando a RN.
—¿Sintió que en algún momento incluso hubo un plan de La Moneda para que haya un cambio en la presidencia?
—Yo no voy a involucrar a La Moneda, porque eso significaría hablar del Presidente. Pero creo que sí había interés de desestabilizar. Mi postura siempre fue no hacer mucho caso de lo que decía la prensa, sino que trabajar internamente con el prosecretario, con el secretario general, con los funcionarios del tercer piso, con la gente de la prensa, y directamente con las bases. Yo sé que he tenido algunos inconvenientes porque soy un hombre de región, soy senador, allá soy conocido, pero no tengo las redes que tienen otros dentro de todo el país en el partido. Al final moverse era algo difícil, con el tiempo lo fuimos haciendo, me fui contactando con la gente de las distintas regiones y si uno mira el resultado del consejo general, que es un 77% a favor de la mesa -ahí está reflejada mayoritariamente la gente de regiones y algunos de la metropolitana-, lo que ve es un apoyo contundente a lo que nosotros decíamos.
—¿Pero usted recoge alguna crítica de las que le han hecho, cree que hay algo que mejorar? Por ejemplo, se dice que tiene poca influencia en el gobierno...
—Yo recibí el partido con muchos cargos por nombrar. Y mucha gente reclamando que no le habían dado los cupos, con un desbalance en la Región del Maule, de Los Ríos, muy favorable a otros y no a nosotros. Hemos hecho todos los esfuerzos posibles para revertir eso, uno hace todo lo humanamente posible por lograr eso, pero también hay que entender el Presidente de la República tiene la potestad y uno no puede ir contra eso.
—¿Y por qué cree entonces que le llegaron estas críticas?
—Yo soy una persona distinta, que dialoga, tengo mis tiempos, tengo un cronograma y hasta ahora ninguno de esos cronogramas se ha rechazado, por lo tanto, uno tiene que entender cómo es la forma de trabajar de cada uno antes de salir a criticar. Muchos quisieran que uno actuara como ellos, pero la vida no es así. El partido está ordenado, hay un equipo trabajando, los territoriales están en permanente contacto con los regiones, he delegado funciones en el caso de Paulina Núñez y Rodrigo Ubilla con las negociaciones de convencionales. Marcela (Sabat) está a cargo del estamento de mujeres y hace todas sus charlas con ellas semana a semana. Después hay otros vicepresidentes que cumplen un rol más de comunicación con La Moneda y eso obviamente nos ha permitido avanzar. Uno delega para que todas las cosas funcionen en paralelo. Cuando uno delega mucho la figura del presidente resalta menos, pero lo que tiene que importar no es cuánto resalto sino cuán efectivo es lo que estamos haciendo en los resultados finales y el consejo general premió eso.
—¿Sintió apoyo de Mario Desbordes al asumir la presidencia de RN?
—Yo con Mario converso todos los días, por lo tanto, vamos analizando las cosas, él tiene una experiencia que yo no tengo en dirigir un partido y eso ha sido también algo gravitante. También le consulto a Monckeberg, a Andrés Allamand, un poco menos a don Carlos Larraín, pero lo hago. Ellos me dan sus puntos de vista y las decisiones las tomo yo. En mi vida no tengo problemas con nadie, yo camino por la vida sin miedo. Las críticas las tomo para reflexión, para la autocrítica, y no me las tomo como una ofensa. Yo no tengo una forma de ser confrontacional y no voy a dar pie a seguir destruyendo al partido a través de la prensa.
—¿De quién entonces venían las críticas a su liderazgo?
—De gente que quería llegar a la mesa. A uno de ellos, que no voy a nombrar, le hice una propuesta y hasta el día de hoy no tengo respuesta. Y así me ha pasado muchas veces. Pero más que enfocarme en lo que pasó, hoy tenemos que pensar que el consejo general le dio un amplio respaldo a la mesa para poder seguir trabajando. Y quiero decir que siempre ha existido una crítica -y no solo a mí, le pasó a Monckeberg también- de que la mesa no tiene peso para negociar, pero al final los resultados dicen otra cosa. Hasta antes del consejo, yo no tenía apoyo de nadie; pero los números nos dijeron otra cosa.
—Ahora que salió Cristián Monckeberg del gobierno, ¿ha podido hablar con él sobre sus intenciones de presidir RN?
—Al partido le hice una propuesta hace rato, que es que el 17 de abril se realicen las elecciones internas. Lo más sano para el partido es que se compita abiertamente y sean los militantes los que elijan la nueva mesa y de esa manera se van a destrabar muchas de estas sensaciones que hay hoy.
—¿Entonces, él debe competir?
—Si Monckeberg u otros quieren presidir este partido, deben competir. Yo les digo: háganlo, hay una fecha puesta. Si la quieren adelantar, bueno, que la adelanten. Pero hay una fecha propuesta que es dos meses antes de la fecha tope que nos dijo el Tribunal Supremo, que es el 5 de junio.
—¿Entonces usted descarta renunciar antes de una elección interna, cual sea la fecha?
—Yo no descarto nada en la vida, pero mi objetivo es llegar a ese día. Y que el próximo presidente se defina en una elección.
—¿Se sintió presionado a renunciar en algún momento?
—Más que presionado, me sentí dolido por algunas notas que salieron en prensa, porque era muy descalificadora los supuestos comentarios de mí... uno es un ser humano, es de carne y hueso y, por lo tanto, las cosas le afectan y en esos momentos uno se lo plantea porque tiene una familia, una región botada, mi madre de 97 años que no le he podido dedicar el tiempo en estos últimos cuatro meses como se lo dedicaba antes... y eso es algo que uno va meditando. Y ya cuando la gota golpea en el mismo lugar termina rompiendo cualquier cosa, entonces, la verdad es que sí, en algún momento pensé en renunciar, pero ahora me siento tranquilo, porque lo estamos haciendo bien. Yo no voy a renunciar.
Pacto con J.A.K: “Necesitamos tener el control de la convención”
El senador Prohens relata que el 18 de diciembre pasado, en una comida con el Presidente Piñera y dirigentes de Chile Vamos, se abordó el pacto a la constituyente con José Antonio Kast. “Nosotros estábamos duros, le dijimos que no lo íbamos a permitir”, recuerda. Pero admite que todo empezó a cambiar cuando los nombres de los republicanos estuvieron sobre la mesa. “Cuando vimos que la mayoría eran ex UDI y hoy día están en calidad de independientes y que otros venían de RN, algunos militaban y otros también eran independientes, ahí ya nos pusimos a trabajar en serio”, afirma.
—¿Pero qué los motivó al final sentarse a la mesa con José Antonio Kast?
—El país, el país... una Constitución al menos dura 40 años o 60 años como máximo, una elección de alcaldes, cuatro años. Había que hacer un esfuerzo, dejar las aprensiones y poner a Chile por sobre todo. Eso fue lo que se hizo. Ojalá en este tiempo, podamos encontrar mínimos comunes para no empezar de cero en el proceso de la nueva Constitución.
—¿Primó el cálculo electoral?
—El análisis se hizo hace bastante tiempo y por eso la postura inicial del partido era dura, porque teníamos una información sacada en un cálculo de distrito por distrito, donde Kast tenía votos, y llegamos a la conclusión de que podíamos perder cuatro constituyentes... Pero necesitamos tener el control de la convención, entonces, obviamente tenemos que trabajar para cubrir ese espacio que nos falta para esa mayoría. Un dato: en la elección de parlamentarios a Chile Vamos le faltó 22 mil votos para tener mayoría en el Congreso y Kast sacó 500 mil, entonces, bueno, uno dice ‘vamos, logremos el objetivo y hagamos una buena Constitución para Chile’. Apostar por los 2/3 es ir a ganar, a contribuir.
—¿Cuáles son los costos políticos finalmente de pactar con un partido que se sitúa en la extremaderecha? O bien con un partido que se ha declarado opositor al gobierno...
—Tenemos claro que el Partido Republicano ha sido opositor al gobierno, lo hemos conversado y se lo dijimos al Presidente. Si la gente entiende que no nos estamos aliando con republicanos por una competencia electoral sino que estamos abriéndonos para hacer un documento, que es el que nos va a regir al menos por los siguientes 40 años, y separan estas dos cosas, los costos van a ser cero. Segundo: tal como lo dijo una comisionada, los republicanos van a trabajar por los candidatos republicanos y RN por sus candidatos de RN, es decir, va a haber una competencia que espero sea súper leal y sin ataque con la finalidad de que lleguen las mejores personas a armar esta nueva Constitución.
—¿No ve que puedan pagar un costo con sus electorales de centro?
—No tengo miedo a eso. Podríamos haber salido más castigados si no hacíamos un acuerdo, porque la gente, mayoritariamente, quería una unidad; a la gente del sector lo que más le molesta es que andemos peleando.
—¿Los trece nombres del Partido Republicano le dan tranquilidad?
—La mayoría son independientes, 6 militantes y 7 independientes. Cómo no voy a estar tranquilo por ejemplo con el nombre de Myrta Dubost, cómo vamos a dudar de ella, fue militante por RN, más allá de que se haya cambiado de carril.
“El ser candidato presidencial no estaba en el ADN de Mario Desbordes”
—¿Cómo ve la candidatura de Mario Desbordes, por qué cree que le ha faltado despegue en las encuestas?
—El ser candidato presidencial no estaba en el ADN de Mario Desbordes. Se lo digo con mucho conocimiento, porque en una reunión, cercano a octubre, estuvimos reunidos con gente de la Nueva Mayoría y cuando salimos nos fuimos a tomar un café y yo le dije ‘empieza a meter en tu ADN la posibilidad de que vas a tener que asumir algo que a lo mejor no quieres, que tiene que ser la presidencial del país’. Y me dijo: ‘estái loco, si yo no ando buscando eso’. Bueno... Yo vi que él estaba teniendo una sensibilidad con su mirada país, él leyó bien lo que ocurrió en el estallido social y él ayudó a que se tomaran medidas que lograron apaciguar. Conversando en el día a día con él, veo que tiene las cosas claras. Sobre las encuestas, quiero decirle que ya está marcando, por ejemplo, en la Criteria no está tan lejos de otros, lo que pasa es que uno se rige mucho por Cadem, que es semana a semana, pero Criteria también es una encuesta buena... Hay tiempo para trabajar.
—¿Hay preocupación en el partido por las encuestas?
—Sí, hay preocupación. La señal que da es que una vez definido el candidato hay que trabajar tres veces más fuerte para posicionarlo más y definitivamente Mario vaya recuperando el liderazgo que tuvo antes de entrar al Ministerio de Defensa, porque eso también le coartó la exposición pública que tenía.
—¿Y Sebastián Sichel tiene apoyo en su partido? O es solo un diputado...
—Sebastián es buena persona. Si llega a ser presidente de Chile igual lo va a hacer bien, pero nuestro candidato será de RN, está Francisco Chahuán inscrito, en los próximos días tendrá que venir Mario a hacer lo propio y el partido, el 23 de enero, elegirá cuál de los dos nos va a representar -u otro que pueda aparecer- y tendremos un solo objetivo: apoyar al candidato nuestro. De ahí en adelante todos cuadrados detrás del candidato.
—El diputado Tomás Fuentes bregó por la libertad de acción a raíz de la candidatura de Sebastián Sichel, ¿cree que es conveniente votar aquello en el consejo?
—La libertad de acción no es posible si definimos a un candidato. Espero que eso no pase. No confundamos con lo que pasó con el Presidente Piñera y Manuel José Ossandón porque ambos eran militantes, no tratemos de comparar eso con lo que viene en el futuro...
—Pero el diputado Fuentes ha pedido libertad de acción...
—Personalmente hablé con Tomás Fuentes y le dije que hiciera la misma solicitud, pero como militante, porque como miembro de la mesa nos involucraba a todos en algo que la mesa no está de acuerdo. Quedó en hacerlo y esa solicitud no me ha llegado. Puede que llegue en los próximos días y si llega, se presentará en el consejo y el consejo votará si se dará o no.