Este jueves el Presidente de la República, Gabriel Boric, confirmó que llamó a consulta al embajador de Chile en Venezuela, Jaime Gazmuri, por los dichos emitidos por el Canciller de Venezuela, Yván Gil, quien negó la existencia del Tren de Aragua.
El mandatario aseguró que el objetivo era “recabar información sobre la situación” en Venezuela, aunque la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, había anticipado que se podía tomar esta decisión, luego de manifestar el “absoluto rechazo” del Ejecutivo a los dichos de Gil.
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El lunes el Canciller de Venezuela aseguró que la existencia de la banda criminal era “una ficción”, lo que fue cuestionado por distintas autoridades de nuestro país, como la propia ministra Vallejo, la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren.
Un día después, mediante su cuenta de X (Twitter), el mismo Gil respondió a los cuestionamientos de Van Klaveren e insistió en su tesis de que los dichos contra el Tren de Aragua se utilizaban para “enlodar el gentilicio venezolano”.
“El combate al flagelo de la delincuencia no puede apoyarse en la creación de una narrativa falsa, bien sabe Chile que se han creado etiquetas de bandas criminales con el único fin de enlodar el gentilicio venezolano y a su gobierno”, acusó Gil.
Qué significa llamar a consulta a un embajador
Paula Cortés, académica del Departamento de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de Universidad de Chile explicó a T13.cl que se trata de una medida jurídica, diplomática, política en que un Estado, para mostrar la molestia por una decisión o por un dicho de una autoridad del Estado receptor, llama a que regrese a su Estado de origen para hacerle consultas sobre un tema específico, en este caso las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores del gobierno venezolano.
“No es un congelamiento de las relaciones. La misión allá sigue funcionando, o sea, otra persona, generalmente el encargado de negocios, queda en la misión y el resto de los diplomáticos. Siguen funcionando las demás personas que están en la embajada”, aclaró la especialista.
“Si Chile hubiera querido hacer algo menor que un llamado a consulta, hay una cosa que se llama convocatoria, que el ministro de Relaciones Exteriores podría convocar al embajador venezolano en Chile y conversar con él de esto y hacerle notar su protesta”, explicó.
“Otra medida, como la que estamos viendo, es llamar a consulta al embajador. Otra medida más grave sería retirar al embajador indefinidamente, y así sucesivamente, depende de cómo vaya escalando el conflicto”, agregó Cortés.
La académica de Derecho Internacional enfatizó que esta medida no tiene un tiempo determinado y que dependerá cómo continúen ocurriendo los hechos.
“Es exagerado pedir, en este caso, la ruptura de las relaciones con Venezuela (...) va a ir dependiendo de la situación, si va a ir desescalando con los días, a lo mejor va a haber disculpas en el Gobierno de Venezuela, otras conversaciones sobre esto (...) puede que esto se vaya subsanando prontamente”, dijo.