El Presidente de la República, Gabriel Boric, se dirigió por primera vez al país como nuevo jefe de Estado la tarde de este viernes, desde el Palacio de La Moneda, en un discurso en el que abarcó la mayoría de los temas de la contingencia nacional y también cargado de emotividad en sus seguidores.
Boric se dirigió, particularmente a los pensionados, a los “estudiantes endeudados”, a los “campesinos sin agua por sequía y por el saqueo”, a las de las mujeres que cuidan a sus niños con TEA, a sus familiares postrados, las familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, a las disidencias, a los artistas, a dirigentes sociales que luchan por vivienda digna, a los pueblos originarios despojados de su tierra, a la clase media acogotada, y a los niños y niñas del Sename.
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“Iniciamos un periodo de grandes desafíos, pero no partimos de cero. Este día nos inserta en esta historia larga de la República. Por aquí pasaron antes que nosotros miles de personas que hicieron posible la expansión de la educación pública, el reconocimiento de las mujeres, el reconocimiento de los derechos sociales”, expresó.
El Presidente hizo un llamado al trabajo colectivo de toda la sociedad y recordó las movilizaciones sociales en las que participó hace más de diez años que, según dijo, son parte fundamental de este gobierno.
“No nos olvidamos de dónde venimos. Vamos lento porque vamos lejos, y no vamos solos, sino que con todos ustedes, hombres, mujeres, niños y niñas. Desde este lugar quiero hacerles un llamado: que nos acompañemos en esta tarea. Caminemos juntos la ruta de la esperanza y construyamos todos el cambio hacia un país que sea digno y justo”, enfatizó el nuevo mandatario.
Durante su discurso Boric también recordó a algunos presidentes que ha tenido nuestro país y destacó el legado de José Manuel Balmaceda, de Pedro Aguirre Cerda, Eduardo Erei Montalva, Salvador Allende, Patricio Aylwin y Michelle Bachelet.
El exdiputado también mencionó la crisis migratoria entre sus prioridades y la violencia en el sur, como un tema que llamó a abordar desde el diálogo y la paz. También tuvo palabras para la seguridad pública y la reducción de la jornada laboral, que será también parte de sus prioridades.
“Sabemos que el cumplimiento de nuestras metas no será fácil, que enfrentaremos crisis internas y externas, que cometeremos errores, que deberemos enmendar con humildad, escuchando a quienes piensan distintos. Vamos a vivir tiempos desafiantes y tremendamente complejos”, dijo el jefe de Estado.
“Tenemos que abrazarnos como sociedad, volver a querernos. Que diferente es cuando en un pueblo nos queremos, no desconfiamos el uno del otro, sino que nos apoyamos. Salimos adelante juntos y juntas, eso es lo que tenemos que construir”, añadió.
Boric también hizo énfasis en el respaldo que le dará a la Convención Constitucional, a la que consideró un ejemplo mundial y a la que también le pidió “escucharse sin caricaturas”.
“En nuestro primer año de gobierno vamos a acompañar de manera entusiasta el proceso constituyente por el que tanto hemos luchado. Vamos a apoyar decididamente el trabajo de la Convención. Necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia, una que a diferencia de la que fue impuesta por la dictadura, nazca en democracia. Una Constitución para que presente y el futuro”, dijo.
Durante su discurso, Boric mencionó en diferentes ocasiones a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, y sobre el final cerró con una cita al expresidente Salvador Allende.
“Como pronosticara, hace casi 50 años Salvador Allende, estamos de nuevo, compatriotas, abriendo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, el hombre y la mujer libre, para construir una sociedad mejor. Seguimos”, expresó Boric.