Desde el comando de Piñera han comparado a Alejandro Guillier con Nicolás Maduro y el Che Guevara, ante la pregunta de si polarizar la elección es una buena estrategia para conquistar al electorado moderado, responde que la campaña de Guillier “y su comando están siendo controlados, de forma creciente, por las fuerzas de más extrema izquierda y por el Partido Comunista”, esto lo califica como “un camino equivocado”.
La diferencia que plantea Piñera con su contender es que “el camino nuestro es confiar en la gente, que el Estado no se sienta que es el amo y señor de la sociedad, sino que ayude a las personas y a las familias a desarrollar sus talentos”.
Las polémicas declaraciones de Sebastián Piñera sobre un eventual fraude electoral le trajeron fuertes críticas. Ante la pregunta de si fue prudente hacer esa acusación basado en los que vio en los medios de comunicación, el abanderado presidencial declara que: “Yo no hice ninguna acusación, recordé lo que los medios habían informado y dije que eso no significaba poner en duda el sistema electoral”.
Tras las críticas de la Nueva Mayoría y el Frente Amplio por las declaraciones de fraude electoral, voceros del comando de Chile Vamos acusaron al gobierno, a Alejandro Guillier y a Beatriz Sánchez de coludirse para “tapar un nuevo escándalo del hijo de la Presidenta”. Piñera asegura que ese día la fiscalía hizo anuncios importantes respecto al caso de Sebastián Dávalos.