Palma Salamanca critica "cultura comunista" y recuerda encuentro con Boric
El pasado 23 de enero la Corte de Apelaciones de París, Francia, resolvió rechazar el pedido de extradición Ricardo Palma Salamanca que había sido presentado por el Estado de Chileno en el marco de la condena que tiene el ex frentista en el país por el asesinato del senador Jaime Guzmán en 1991.
Tres semanas después de la decisión del Gobierno francés, que es inapelable, Palma Salamanca otorgó por primera vez una entrevista, diálogo que sostuvo con el semanario The Clinic.
En la conversación el ex frentista precisó que tras escapar en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996 en la llamada "fuga del siglo", él y su mujer de en ese entonces, Silvia "Miska" Brzovic -de quien se separó en 2007-escaparon a Cuba y que posteriormente vivió en San Miguel de Allende, México, durante 20 años, lugar donde coincidió con Raúl Escobar Poblete, el comandante Emilio, quien está detenido acusado de delitos de secuestro en dicha localidad.
Fue esta situación lo que lo motivó a él y su familia, compuesta por dos hijos, a abandonar México. Eso sí, negó haber estado involucrado en algún ilícito en ese país: "Para todos los efectos, formamos parte de un mismo paquete. Si se develaba quién era, caíamos con él. Por eso teníamos la esperanza de que lo hubieran pillado con cocaína o algo por el estilo, de modo que quedara como un asunto local y pudiéramos regresar a nuestra casa", dijo.
De allí Palma Salamanca estuvo 13 días en Cuba, sin que en ese país se dieran cuenta, para luego trasladarse a Francia, donde los abogados de la familia de su ex esposa Brzovic, con quienes siguen siendo cercanos, le recomendaron ir y pedir asilo con su identidad real, cosa que hizo. Eso sí, aseguró que estuvo dos días detenido cuando en Chile se supo que estaba en Francia, unos seis meses después de su llegada: "Te andan buscando los chilenos; lo sentimos", le dijeron.
Desligado de la política y críticas a la "cultura comunista"
El ex frentista admitió estar completamente desligado de la política y criticó duramente a la "cultura" comunista: "Esa cosa cerrada y obtusa de los comunistas es muy dura. La detesto. Es ideológicamente intolerante y autoritaria. Muchos de quienes se sumaron a su causa, estaban movidos por buenos sentimientos, pero el partido los utilizó. Yo terminé con todo eso hace mucho tiempo", aseguró.
Junto con esto, el ex integrante del FPMR abordó escuetamente la reunión que sostuvo el año pasado con los diputados Gabriel Boric y Maite Orsini en París, situación que generó una polémica en el país y sobre la que se le preguntó si en ese encuentro había notado esas ansias que en la juventud él tuvo para optar por el camino que tomó: "Estuvimos muy poco rato, pero la verdad es que sí", dijo.
"Yo creo que la falta de sentido de las sociedades contemporáneas, de la sociedad de consumo, carente de grandes causas, mueve a eso. Lo noté. Y a mí me interesa ser vaso comunicante entre esos que son tributarios de una izquierda determinada –aunque la verdad es que yo ni sabía lo que era el Frente Amplio, porque he estado completamente alejado de la realidad chilena- y los que tuvimos la oportunidad de participar en una experiencia que nos cambió la vida para siempre", agregó.
En la entrevista Palma Salamanca también ahondó en su niñez y en otros temas personales, como que no tuvo contacto con amigos ni su familia durante seis años en su tiempo tras escapar de Chile: "Me convertí en un fantasma. Le tenía mucho terror a volver a la cárcel y no me iba a poner en riesgo por la familia, que no me importaba mucho".
También se dio el tiempo de recordar el momento de su detención en 1992, donde -asegura- habría sido delatado por la sicóloga de una de sus hermanas, y acusó haber sido cambiado de cárcel en reiteradas oportunidades, donde pasó además incomunicado en varias ocasiones.