El ministro de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, visitó Colchane, en la región de Tarapacá, donde se vive una complicada situación por la entrada de cientos de inmigrantes en situación irregular hasta el pequeño pueblo nortino.
En entrevista con El Mercurio, el ministro asegura que la visita “tuvo como objetivo el advertir en terreno cuál es la situación objetiva que afecta a las comunidades por este fenómeno de migración ilegal a través de pasos clandestinos o no autorizados. Y dejar en claro que, a partir del actual gobierno, se acabó el “chipe libre” en materia migratoria”.
Allamand explica que para enfrentar la situación, se está actuando en tres fases “antes de la frontera, en la frontera y después de la frontera” y agrega que “hemos iniciado una ofensiva para desarticular las bandas organizadas que se dedican al tráfico de personas”.
Además, aclara que “la facultad de expulsar a quienes ingresan clandestinamente al país le corresponde a los intendentes regionales en virtud del reglamento de Extranjería”.
El alcalde de Colchane reclamó que no hubo contacto con él, a lo que el ministro contesta que “efectivamente, resultó muy compleja la coordinación de las actividades. Aunque me consta que de parte del Gobierno central y regional se intentó efectuar, no hubo comunicaciones previas con el alcalde”.
Sobre el reclamo que han levantaron miembros de la oposición venezolana por las expulsiones realizadas últimamente, Allamand señala que se han regularizado 500 mil ciudadanos venezolanos y se han otorgado más de 75 mil visas de “responsabilidad democrática” y agrega que “a las autoridades de la oposición venezolana siempre les hemos dicho que Chile tiene el derecho y la obligación de cumplir la ley”.
