Este martes 4 de enero, la Convención Constitucional entrará en una nueva etapa y lo hará renovado su directiva, dejando atrás a Elisa Loncón como presidenta y Jaime Bassa como vicepresidente de la instancia constituyente.
A pocos días de dejar su cargo, Bassa señala que saca como aprendizaje que “caímos un poco en la ingenuidad de no prepararse adecuadamente para los ataques comunicaciones, las fake news, esta suerte de bullying en redes”.
Consultado por El Mercurio sobre la propuesta de Teresa Marinopvic para ampliar los plazos de la Convención, Bassa dice que esta debe “cumplir su mandato dentro de los plazos''. Necesitamos cerrar este ciclo y darle certezas a la ciudadanía” y agrega que “hay buenas razones para pensar que podemos cumplir y llegar a junio con un borrador”.
La última semana del año estuvo marcada por la idea de convencionales del Frente Amplio, PC, Independientes no Neutrales y Movimientos Sociales de eliminar el Tribunal Constitucional y traspasar sus funciones a la Corte Suprema, consultado sobre otras ideas de cambio para la nueva constitución, el abogado se la juega por algunas definiciones.
Siempre se ha mostrado favorable a una organización parlamentarista, pero aclara que “hemos estado dispuestos, junto a otros constituyentes que defienden el régimen parlamentario, a construir con toda la comisión una propuesta que satisfaga los objetivos políticos que creemos que enfrenta el país y podamos avanzar, probablemente, a un modelo semipresidencial”.
También se decanta por un congreso unicameral de “representación popular. Paritaria, plurinacional, con escaños reservados para pueblos originarios”, dice Bassa.
Sobre las modificaciones a los plazos que dure el futuro gobierno, aclara que su opción es que dure cinco años y con la posibilidad de una sola reelección “para que el programa de gobierno pueda ser implementado”.