“Amigos y amigas: parto rumbo a Cuba. A diferencia de siempre, ahora voy triste, pues mi padre está muy grave y a sus 80 años es complicado. Serán unos días de poder apapacharlo y decirle todo lo que lo quiero”.
Este fue el mensaje que escribió en su cuenta de Facebook la diputada PS Maya Fernández minutos antes de tomar un vuelo rumbo a Cuba, país donde desde hace años reside su padre, Luis Fernández Oña. Horas después se conocería la muerte de quien fue un hombre clave en la relación entre el ex mandatario Salvador Allende y Cuba.
Fernández Oña, de nacionalidad cubana, llegó a Chile en 1970 como parte de una misión diplomática. Si bien su objetivo inicial era restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países, terminó además prestando asesoría en temas de inteligencia al grupo de protección de Allende.
Si bien Fernández Oña se instaló en Chile en 1970, su vínculo con Allende se remonta a mucho antes, pues se trataba del funcionario del régimen cubano que se encargaba de recibirlo cuando visitaba la isla. Esto en el marco de su labor en el emblemático Departamento Américas del Comité Central del PC, liderado por Manuel Piñeiro, el comandante Barbarroja, quien llevaba los vínculos del castrismo con la izquierda latinoamericana.
Fue en uno de esos periplos en que el diplomático conoció a Beatriz Allende, hija del entonces senador, con quien inició una relación. Fue así que Fernández pasó a ser yerno de Salvador Allende.
En 1971, cuando el diplomático cubano estaba radicado en Chile, nace la primera hija de la pareja, la hoy diputada Maya Fernández. Luego sería el turno de Alejandro, quien reside en Nueva Zelanda.
El golpe y el exilio
Fernández se encontraba en su residencia en la calle Martín Alonso de Pinzón cuando se enteró del Golpe de Estado, en 1973. Rápidamente se trasladó a la embajada de Cuba, mientras que su esposa, Beatriz, con 7 meses de embarazo, partió a La Moneda.
“En la embajada todos ya estaban en sus puestos. Para nosotros, el golpe era inminente y habíamos tratado de prepararnos. Incluso se había enviado a los hijos de los funcionarios a Cuba. Sabíamos que teníamos la obligación de defender nuestra embajada. No saldríamos a menos que el presidente Allende lo pidiera”, relató en una entrevista publicada en 2007 en la revista Punto Final.
Tras el Golpe, Fernández junto a un grupo de ciudadanos cubanos y chilenos partieron a La Habana. Entre ellos su hija, la hoy diputada Maya Fernández.
Fue ese mismo septiembre que en La Habana nació Alejandro, el segundo hijo de la pareja. Fue el propio Fidel Castro quien propuso cambiar el orden de sus apellidos. La idea era mantener el apellido Allende.
Según contó en 2014 la propia Maya Fernández, ella también se vio afectada por el cambio. “Es que como en Cuba no podía haber un hermano con un apellido y otro con otro, a los dos nos pusieron Allende. Pero yo ya estaba inscrita en Chile como Fernández Allende. Es una historia compleja. Murió mi abuelo; fue un momento histórico y mi madre y mi padre estuvieron de acuerdo y ya cuando grandes decidimos con mi hermano arreglar la situación y fuimos Fernández Allende”, dijo a La Segunda.
Ya en La Habana Fernández se separa de Tati, como se conocía a Beatriz Allende. En 1977 la hija del fallecido ex mandatario se suicida y deja una carta dirigida al propio Fidel Castro, donde manifiesta su deseo de que sus hijos sean criados no por su padre, sino que por Mitzi, quien es hermana de Miria Contreras: “La Payita”, la secretaria íntima de Salvador Allende.
Reacciones en Chile
Uno de los primeros en reaccionar a la muerte del diplomático cubano fue el precandidato presidencial José Miguel Insulza. "Quiero mandarle sobre todo un abrazo cariñoso a la diputada Maya Fernández que no está con nosotros por el fallecimiento de su padre. Le mandamos nuestras condolencias", expresó durante un punto de prensa.
Desde el PS señalan que, por el momento, la timonel de la colectividad y sobrina de Fernández Oña, Isabel Allende, no viajará a La Habana. La parlamentaria se viene recién incorporando a sus actividades luego de una licencia de un mes, producto de una neumonía.
En el Partido Comunista, en tanto, aún no definen la delegación que asistirá a Cuba. El tema, posiblemente, se abordará mañana.