La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, respondió al Arzobispo de Santiago por sus dichos en contra del proyecto de ley de aborto anunciado por el gobierno, señalando “su voz no es más importante que la del conjunto de la sociedad civil”.
En la jornada de este sábado, el presidente Gabriel Boric encabezó su tercera cuenta pública, instancia en que anunció que su gobierno presentará un proyecto de ley de aborto y de eutanasia.
Ante las propuestas del jefe de Estado, el arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, dijo “con una ley de aborto y eutanasia la fuerza de la razón cede ante la razón de la fuerza. Es inhumano solucionar situaciones humanas complejas con el uso de la violencia. Ambas leyes eliminan seres humanos inocentes. Pierden indefensos, pierde Chile y el Estado de derecho”.
En entrevista con T13, la Ministra de la Mujer se refirió al proyecto de ley y respondió a la autoridad católica. Además, comentó sobre las críticas de los parlamentarios de oposición que salieron del Congreso tras el anuncio, asegurando que “el proyecto no se ha presentado, fue anunciado, es sorprendente la reacción para un proyecto del que aún no se conoce el contenido”.
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“Tiene dos patitas: uno es que en la sociedad chilena está ampliamente de acuerdo, eso quedó claro en diciembre, cuando las mujeres votaron en contra retroceder de las tres causales. Vamos a mejorar la aplicación de las tres causales, asegurando que, ni por falta de información o vivir en zona alejada o sin profesionales disponibles, alguna mujer o niña se quede sin las tres causales”, agregó.
Sobre el anuncio del proyecto de ley, sostuvo que “la sociedad chilena se merece dar esa discusión, no es obligar a nadie (a abortar). Se manifestarán las posiciones legítimas que tenga cada sector y, según eso, se resolverá, porque así se resuelven las cosas en la democracia”.
La ministra adelantó que se espera que el proyecto de ley sea presentado en diciembre de 2024 y dijo que “no hay ningún país en el mundo que no tenga un límite (de gestación para abortar). Eso de que se puede hasta los nueve meses existe solo en la imaginación de algunos, porque no hay ningún país en el mundo donde el aborto sea una prestación de salud donde no existan límites”.
Para concluir, respondió a los dichos del arzobispo Chomalí, apuntando que “estamos en un Estado laico y el arzobispo de la iglesia católica tiene el derecho a opinar como arzobispo de esa iglesia. Su voz no es más importante que la del conjunto de la sociedad civil donde va a haber distintas posiciones”.
