Fue el único de los nuevos ministros de Sebastián Piñera que al asumir dijo "prometo" -en vez de "juro"- en el primer cambio de gabinete del actual gobierno.
El escritor Mauricio Rojas, político liberal chileno-sueco, se convirtió este jueves en el nuevo titular de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y fue una de las sorpresas de la jornada. Sin embargo, no es alguien desconocido de la administración Piñera.
Rojas se desempeñaba como el director de contenidos y estrategias de la Presidencia, rol que él mismo definió como "darle apoyo al Presidente para sus intervenciones y su análisis".
El pasado del nuevo ministro de Culturas no es ligado a la derecha, de hecho, todo lo contrario. Fue militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) en los 70’, estuvo exiliado y fue electo diputado en Suecia hasta el año 2008.
Con Piñera inició sus trabajos formales desde el año 2013.
En una entrevista con El Mercurio, publicada el 29 de Julio de este año, Rojas fue consultado precisamente por los dichos de un secretario de Estado que dejó su cargo en este ajuste ministerial: Gerardo Varela. En concreto, por su controvertido llamado a que los apoderados y representantes de los colegios realicen "bingos" para solucionar algunos problemas de infraestructura en los colegios.
"Es un debate que se ha chacreado, es evidente que la gran solución de los problemas más sociales demanda que la sociedad participe mucho más", dijo el nuevo jefe de la cartera de Cultura.
Respecto a su posición política actual, en esa misma conversación indicó que "nosotros no estamos quitando banderas a la izquierda, estamos conquistando banderas y haciéndolas nuestras".
Antes, en 2015 y en conversación con Tele13 Radio, Rojas ahondó más en sus ideales y su opinión de Piñera.
"(A Piñera) le veo cosas interesantes, como ampliar de la igualdad oportunidades. También están las ideas que representa Andrés Velasco (...) Me gustaría que se canalizara hacia un referente político", dijo sobre el liberalismo.
Indicó que a Chile le haría bien salir de la confrontación entre izquierda y derecha y que el país ha sido preso de un ideologismo, "del Estado contra el mercado, donde la sociedad civil ha sido ignorada. En Europa se invita a todos a unir fuerzas".