Mario Fernández: "No doy por muerta a la Nueva Mayoría"
La centroizquierda ha vivido intensos días tras la decisión de la Democracia Cristiana de llegar directamente a primera vuelta en noviembre y desistir de participar de primarias al interior del bloque.
A juicio del ministro del Interior, Mario Fernández, la crisis que se vive al interior de la Nueva Mayoría tiene que ver con el proceso reformista que ha enfrentado la coalición y que trajo "mucho debate y antagonismo, y eso influyó en que los partidos de la Nueva Mayoría tuviesen "disputas internas que terminaron con candidatos distintos".
"Desde el principio hubo discrepancias en la Nueva Mayoría sobre el contenido de las reformas, prácticamente en todos los ámbitos. Ahora, no doy por muerta a la Nueva Mayoría, porque subsiste incólume una base fundamental: todos los partidos declararon esta semana que están comprometidos con el Gobierno hasta el fin del mandato", aseguró el secretario de Estado.
Fernández también se refirió en entrevista con El Mercurio al rol que deberá jugar el Ejecutivo para que haya entendimiento entre los partidos oficialistas y señaló que "la proyección de la centroizquierda es tarea de las candidaturas. Ese rol no nos corresponde a nosotros ahora, no es asunto nuestro. Nuestro papel consiste en terminar bien el gobierno, y la proyección de nuestra obra descansa en la profundidad y calidad con que terminemos el 11 de marzo".
El titular de Interior reconoció que dos candidatos abren una posibilidad para que Sebastián Piñera vuelva a entrar en La Moneda y aseguró que el escenario electoral para la centroizquierda es "complejo", argumentando que "están muy repartidas las preferencias, y desde luego hay un panorama electoral incierto".
Uno de los temas más importantes que deberá enfrentar el Gobierno en medio de un año electoral es lograr sacar adelante los proyectos que están a la espera de aprobación en el parlamento. Una de las más complicadas es la de educación superior y el ministro del Interior consideró que "debiera aprobarse, pero va a ser compleja su discusión". Así mismo reconoció que "hace semanas que nos preocupa el que estemos justos con el tiempo, y si hay una dilatación por una razón política, eso va a conspirar contra alcanzar su despacho antes de marzo".
El secretario de Estado también hizo un llamado a los parlamentarios "a tener conciencia, más allá de sus preferencias" a la hora de discutir el proyecto y pidió "que tomen con esa perspectiva la discusión".