Marco Enríquez aborda eventual distanciamiento con presidente argentino Alberto Fernández
"Le tengo mucho aprecio al Pdte. Fernández, y respeto la institucionalidad del gobierno y al equipo que él nombró". Con esas palabras, parte de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter durante la mañana de este viernes, Marco Enríquez-Ominami intentó bajarle el perfil a un artículo del diario Clarín en el que se habla de un posible distanciamiento con el presidente argentino.
De acuerdo al periódico transandino, MEO fue el gran ausente de la gira europea de Alberto Fernández, luego de haber sido muy cercano a él durante la campaña presidencial, en la que el ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández se impuso a finales de octubre pasado.
"Me alegra el éxito que tuvo la gira por Europa, y no voy a caer en el juego de rumores y descalificaciones de gente que solo busca dividir y afectar al gobierno", remató el tres veces candidato presidencial.
Según Clarín, el giro "realista hacia el centro" político afectó el espacio de influencia de Enríquez-Ominami en la Casa Rosada. Además, habría sido "desplazado" por el resto de los hombres de Fernández.
"Uno es el hoy ministro propiamente dicho, Felipe Solá, quien durante la cumbre del Grupo de Puebla que se hizo en Buenos Aires tuvo una discusión fuerte con MEO por la conclusión del documento, porque el chileno quería un texto más virado hacia la izquierda. El otro dirigente es Jorge Argüello, que ahora será embajador en Estados Unidos, y allí también pesa el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, que está buscando presidir el Banco Interamericano de Desarrollo", escribe el medio de comunicación.
Eso sí, las acciones que más habrían incomodado al equipo de Fernández fueron las peticiones de renuncia del chileno a Sebastián Piñera; y problemas en la programación de una cita entre el presidente argentino y su par francés, Emmanuel Macron.
"De habla fluida en francés e inglés, Enriquez Ominami siempre ostentó buenos vínculos con el Palacio del Eliseo. Sin embargo, esos vínculos no alcanzaron para destrabar el desorden de las varias cancillerías paralelas entre Buenos Aires y el exterior", publica Clarín.